Desde el sector, advierten sobre los inconvenientes que atraviesan los ámbitos de la industria, construcción y servicios, con más de 175.000 empleos registrados perdidos en el último año y una caída de casi el 30% en la inversión.
Federico Vaccarezza, economista y coordinador del Observatorio de Industriales PYMES, dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y advirtió sobre la incertidumbre que atraviesa el sector, criticó la falta de dinamismo económico y reclamó medidas concretas para evitar el colapso del tejido productivo. “Necesitamos reactivar la actividad y proteger el empleo”, enfatizó.
“El sector más golpeado fue el de la construcción, seguido por la industria y los servicios, con 45.000 trabajadores registrados menos. Y si sumamos el impacto en el empleo no registrado, estamos hablando de casi el doble”, explicó Vaccarezza, subrayando el alcance de la crisis en el mercado laboral formal e informal.
Un golpe al empleo registrado
La destrucción de empleo afecta especialmente a los sectores más vulnerables. “La construcción, que es uno de los sectores más dinamizadores del trabajo, especialmente en el interior del país, sintió muy fuerte el recorte en la obra pública, combinado con la retracción en el sector privado. Esto genera una situación claramente dramática para los trabajadores”, indicó.
En cuanto a las medidas de las empresas para enfrentar el contexto, Vaccarezza señaló: “Cuando una PYME cierra, no es de la noche a la mañana. Es un proceso. Primero se reduce personal, se adelantan vacaciones, hasta que, finalmente, no da más”.
A pesar de que existen opciones de crédito para el sector productivo, estas no se están aprovechando debido a la retracción de la actividad. “Cuando vas a pedir un crédito es porque ves una oportunidad para invertir y ganar. Pero si el nivel de actividad está cayendo y el consumo no mejora, lo que hacés es reducir costos y tratar de minimizar pérdidas”, explicó Vaccarezza.
Según datos del Observatorio, la inversión bruta fija cayó un 28,6% interanual. “Esto implica una caída en la capacidad de las empresas para producir o prestar servicios. A pesar de que las tasas de interés son más bajas que el año pasado, los empresarios no están tomando créditos porque no ven oportunidades para expandirse, sino la necesidad de ajustar su capacidad productiva”, añadió.
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El impacto de las importaciones y el tejido productivo
Una de las consecuencias de la crisis es la transformación del modelo de negocio de las PYMES. “Muchas PYMES manufactureras están convirtiéndose en importadoras. Importan mercancía terminada para comercializarla y dejan funcionando solo una parte de su producción local. Esto genera un daño profundo al tejido productivo, porque pierden la capacidad de avanzar hacia una mayor industrialización y complejización de la estructura económica”, advirtió Vaccarezza.
Además, alertó sobre el efecto a largo plazo de estas decisiones: “El impacto será muy fuerte en los sectores laborales. La apertura de las importaciones puede mejorar algunos números, pero ¿por cuánto tiempo se podrá sostener esto? No estamos en los 90, cuando el FMI permitía endeudarse sin límite”.
De cara al próximo año, Vaccarezza ve una ligera mejora, aunque condicionada por varios factores. “El Producto Bruto Interno va a mostrar un crecimiento en comparación con este año, pero porque partimos de una caída del 3,5% en 2024 y del 1,5% el año pasado. Los sectores más dinámicos serán los primarios, como la soja, el petróleo y la pesca, pero los vinculados a la industria y el consumo seguirán muy golpeados”, señaló.
En cuanto a la desaceleración de la inflación, uno de los puntos que celebra el Gobierno, Vaccarezza fue escéptico. “Está creciendo a un ritmo mucho menor, y eso es positivo. Pero con un dólar tan bajo, hay que preguntarse si esto es sostenible. Si hay una devaluación, ¿volverá la inflación? ¿Tendremos una recesión aún más profunda?”, planteó.
Finalmente, Vaccarezza destacó la incertidumbre que rodea a las políticas económicas actuales: “El Gobierno apunta a regularizar la economía y bajar precios, pero todo depende de factores externos como la renegociación con el FMI y el apoyo de figuras internacionales como Donald Trump. La pregunta clave es: ¿podrá sostenerse este modelo en el tiempo?”, completó.