El plan de Vivienda Promovida se consolidó como el auténtico motor de la construcción en Uruguay en los últimos 12 años. Según un análisis y en términos de inversión, Montevideo absorbió el 70,31% del total de lo invertido con un monto de 2.461 millones de dólares. Esta herramienta permitió la construcción de un proyecto o edificio cada tres días y 245 viviendas mensuales.
Con un total de 1.375 proyectos desarrollados, se erigieron 35.290 viviendas y 16.470 garajes, involucrando una inversión de 3.500 millones de dólares. Montevideo lidera el panorama, albergando el 78,25% de las viviendas construidas. En términos de inversión, la capital uruguaya absorbió el 70,31% del total, con un monto de USD 2.461 millones, dejando USD 1.039 millones para el desarrollo de viviendas en el interior (incluido Punta del Este).
Según Moebius Consultora Inmobiliaria, que realizó el informe “Tsunami de Inversión y Construcciones: la Vivienda Promovida en Uruguay”, estas cifras reflejan un ritmo vertiginoso de actividad: un proyecto o edificio iniciado cada tres días, la construcción de 245 viviendas mensuales, 2,5 edificios levantados por semana, y asombrosamente, una vivienda erigida por hora.
La zona de la costa de Montevideo (barrios Ciudad Vieja, Sur, Palermo, Centro, Cordón, Parque Rodó, Buceo, Pocitos, Malvín, Punta Gorda) representan el 53,46% de las construcciones de Montevideo. El norte (todos los otros barrios) tienen 46,54% de las viviendas edificadas o en obras
¿Cómo nació esta herramienta?
La Ley de Vivienda Promovida, identificada como Ley N° 18.795, surgió en respuesta a un déficit habitacional significativo, con el objetivo de facilitar el acceso a viviendas para sectores de ingresos medios.
Su enfoque principal es promover la inversión privada en la construcción, refacción o ampliación de viviendas destinadas tanto a la venta como al alquiler, ofreciendo beneficios tributarios para la construcción de viviendas de interés social.
Martínez Vargas, integrante de la constructora, puntualizó que este marco legal estimula la renovación de stock y la regeneración urbana, supervisando la calidad constructiva y fomentando proyectos viables tanto a nivel arquitectónico como económico-financiero.
“Desde su implementación en 2007, esta herramienta se convirtió en una política de Estado sostenida por sucesivos gobiernos, diseñada para abordar el vacío dejado por la incapacidad del Estado para desarrollar suficientes viviendas. Su enfoque que incluye incentivos fiscales para desarrolladores e inversores fue reconocido internacionalmente como un modelo de referencia, logrando un impacto en el mercado inmobiliario uruguayo y mejorando el acceso a viviendas para sectores previamente desatendidos”, destacó.
Imitarlo sería esencial
En la Argentina un informe privado detectó 4.000.000 de hogares con falencias habitacionales y confirmó que 1,3 millones de familias necesitan una casa nueva y 2,6 millones tienen necesidades de ampliación y/o mejoras en sus viviendas.
Ante este panorama preocupante, especialistas consideran que la implementación de un programa similar al de Vivienda Promovida sería fundamental para abordar esta situación. Sin embargo, para que este modelo sea efectivo, es necesario primero corregir los desequilibrios macroeconómicos y luego establecer un plan sólido de créditos hipotecarios a largo plazo (no atados por inflación como los UVA) tanto para los constructores como para las personas que buscan adquirir una vivienda o mejorar la que ya poseen.
Estas medidas podrían proporcionar una solución sostenible y efectiva para el complejo problema del acceso a la vivienda propia que enfrentan miles de argentinos.
La fortaleza del plan en Uruguay
En los últimos años, Montevideo experimentó un vertiginoso crecimiento urbano, con una notable proliferación de edificaciones. Desde la emblemática Ciudad Vieja hasta los barrios costeros, como Malvín y Punta Gorda, la ciudad se convirtió en un escenario de constante construcción y desarrollo. En Montevideo hay más de 300 edificios en construcción en la actualidad, la actividad constructora parece no tener freno
En este contexto de expansión, las zonas costeras de Montevideo emergieron como epicentros del boom inmobiliario, representando el 53,46% de las construcciones de la ciudad. Sin embargo, el norte de la ciudad también captó un crecimiento significativo, con el 27,88% de las viviendas en construcción.
“Esta zona se consolidó como un nuevo epicentro del desarrollo residencial, gracias a políticas que fomentan la inversión y la diversificación de proyectos. Su análisis resalta el impacto positivo de esta legislación en la transformación de la ciudad y subraya la importancia de replicar este modelo en otras regiones que enfrentan desafíos similares en materia de vivienda”, dijo Martínez Vargas.
Comparativamente, el interior del país vio un aumento del 29,70% en la construcción de viviendas promovidas.
(Fuente: Infobae)