Se trata de familias que están instaladas en el B° Santa Elena, en un lote expropiado en 2021, durante la gestión del fallecido alcalde Felipe Jeleñ, y están pagando por los terrenos por medio de un convenio con el Iprodha. Hay 50 niños que acuden a un comedor comunitario en el lugar y los vecinos temen por lo que pueda ocurrir en el verano, por el aumento en la demanda de energía y líquidos. Y señalan que la intendente Romina Faccio está en pleno conocimiento de la crítica situación.
Unas 100 familias que residen en el bario Santa Elena de Wanda, solicitan que se cumpla con el convenio firmado por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional y el municipio que preside la intendente Romina Faccio, para así poder acceder a los mínimos servicios de electricidad y de agua potable, que hasta la fecha reciben de forma irregular y hasta riesgosa, pese a contar con derechos sobre los lotes que están ocupando desde una expropiación concretada durante la gestión del fallecido exalcalde Felipe Jeleñ.
En diálogo con el portal www.radioup.com.ar, el referente del barrio Nelson Gabriel Chávez brindó detalles del conflicto y el reclamo que vienen haciendo desde hace meses, sin respuestas concretas del Iprodha o de la intendenta renovadora Romina Faccio.
Estas familias estaban asentadas de manera informal en otro barrio y “como el municipio no podía comprar ninguna tierra a su nombre, entonces, lo que hizo es firmar un convenio con el Iprodha. Eso fue en 2020 y en 2021 nos empezaron a entregar los lotes (en Santa Elena) en el proceso de reubicación para que dejemos el otro predio que habíamos ocupado”, detalló Chávez.
En Santa Elena, “estamos de forma legal, tenemos carpeta de compra y venta, son ocho son ocho años que tenemos que pagar para liquidar la cuota y podemos solicitar nuestro título de propiedad”, aclaró el referente, dejando en claro que la expropiación del lote se dio en el marco de una deuda impositiva que tenía el anterior propietario con el municipio que presidía Jeleñ.
“Como como el Iprodha le otorgó 26 millones de pesos (en 2021) para comprar la propiedad, para abrir calles, para carpetas, agrimensura, todo lo demás, entonces Felipe Jeleñ compró la propiedad a cambio de impuestos y un poco de dinero”, señaló el referente sobre el proceso de expropiación de estos terrenos en los que podrían instalarse más de 400 familias.
De acuerdo con Chávez, el acuerdo con el exintendente Jeleñ en 2020, implicaba que les iban a entregar el terreno “loteado con el servicio de luz y agua”. Pero al año, “fallece lastimosamente, Felipe Jeleñ y se trancó todito. Se trancó todito, toditos los papeles, quedó trancado. No se movió más, la comisión anterior que estaba tampoco no se movió más. Después, al año siguiente, ingresa Andrés Cuper (como intendente interino)”, confió el referente barrial, sobre el comienzo del conflicto, que se dio con la muerte de Jeleñ, el 17 de mayo del 2021 a causa del covid-19.
Según Chávez, el intendente interino Cuper dijo a los vecinos que estuvo gestionando obras ante el Iprodha, pero no hubo respuestas concretas ante los pedidos para que les provean de medidores de luz y agua a cada familia, lo que conllevaría a una mejora en el servicio que actualmente es deficiente. “Cuando entramos a vivir acá, primero éramos tres familias, después fueron veintiséis. Hoy en día somos 100 familias que estamos habitando ya en el lugar, entre 2020 y 2024”, precisó el vocero de los vecinos.
En el marco de la campaña del 2023, de acuerdo con el referente barrial, Cuper les pidió que lo voten para la intendencia y fue por entonces, que, después de años, los vecinos lograron conseguir, que bomberos les trajeran regularmente agua potable, aunque a veces el agua no era potable y hubo vecinos que se intoxicaron. “Vinieron varios políticos en campaña, y realmente era tan, o sea, es tan grande nuestra necesidad que hasta llegamos a pedir en campaña que nos traigan bidones de agua”, confió Chávez.
“Acá en el merendero que nosotros construimos a pulmón, nos íbamos contentos en nuestra casa porque estamos llevando un bidón de agua. En campaña todo se consigue… mientras dura la campaña”, reflexionó el joven referente.
Sin embargo, las gestiones en el Iprodha no prosperaron y “una vez que asume Romina Faccio, también se estanca la gestión porque cambian las figuras políticas. Yo le llevé los convenios (con el Iprodha) y la nota que le habíamos mandado al Iprodha, y al intendente anterior, para que también ella tome conocimiento. Cuando asumió el poder, (Faccio) nos había dicho en aquel entonces que la prioridad iba a ser este barrio, para solucionar los problemas tanto de agua como de luz”, confió Chávez.
No obstante, desde que asumió Carlos Pereyra al frente del Iprodha, este le habría dicho a Faccio que este barrio de Wanda, “no es tu prioridad”.
En esta línea, Chávez insistió en que lo que realmente necesitan es “solucionar lo que el tema del agua y la luz. Los que vivimos acá, queremos pagar nuestro consumo propio. Estamos pagando la escritura, entonces, queremos pagar también el servicio como corresponde. Es por lo que estamos peleando en este momento”, puntualizó el referente barrial, sobre el conflicto con este barrio que, por ejemplo, no cuenta con un Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS)
Consultado al respecto de lo que es prioridad en estos momentos, Chávez apuntó a los servicios de electricidad que provee EMSA y agua potable, que presta la cooperativa local.
Es que, la energía que reciben actualmente es a través de unas cajas comunitarias, que se derivan de otro barrio, que sufre la merma de tensión por la mayor demanda. A fines del 2023, “desde EMSA nos venían advirtiendo que nos iban a cortar porque los vecinos de los barrios Unión y Felipe Neris, se venían quejando por la baja tensión. Antes de fin de año nos cortaron la luz, nosotros entre todos los vecinos fuimos a la municipalidad, por entonces estaba todavía Cuper, y por la tarde, por la tarde, el gobernador habló con EMSA para que nos extienda una línea del barrio Felipe Neris”, confió Chávez, dejando en evidencia que “el transformador de ese barrio no es muy grande tampoco”.
Para Chávez, el transformador del barrio Felipe Neris, “es justamente para la gente que vive en ese barrio, pero tomaron esa decisión para darnos la luz, como éramos 26 familias, no éramos mucho. Y, bueno, tenemos dos cajitas comunitarias que ocupamos ahora, 100 familias”, explicó el vecino, y amplió señalando que, respecto de la provisión de agua, actualmente cuentan con 12 medidores, y “en cada esquina hay 5, 6 y hasta 8 familias en un solo medidor”.
La situación se puede tornar aún más crítica, no sólo porque las cajas de electricidad y los medidores de agua comunitarios, implican una provisión de servicios deficiente, sobrecargada por la demanda, sino también porque podrían instalarse más familias de Wanda en este barrio Santa Elena.
“Estamos pagando. Hay un convenio que dice que Iprodha le va a entregar los materiales para el municipio, para la provisión del agua y la luz. Hasta el día de la fecha, el Iprodha no puso nada. Y acá hay 498 lotes. Los habitamos 100 familias”, insistió Chávez, planteando también que se necesita saneamiento en la zona en la que el municipio no está multando a los propietarios de terrenos que no se ocupan de la limpieza.
Sobre el final de la entrevista, Chávez, que informó que 50 niños acuden a alimentarse al comedor comunitario, explicó que si bien tienen problemas con el agua, por la falta de medidores, el problema más grave es el de la electricidad. Y un tema que no es menor es el estado de los postes de luz y los cables del tendido eléctrico, que no se renuevan desde hace años y corren el riesgo de caerse o cortarse, toda vez que ocurre un temporal fuerte de viento y lluvias.
“Hoy lo que nosotros más vamos a sufrir en el verano, es por la luz. En el agua vamos a sufrir ahora cuando vayan llegando más vecinos a construir, que vengan a vivir. Con los transformadores, nosotros tenemos muchos problemas con la baja tensión”, concluyó Chávez.
Por último, el referente barrial destacó el trabajo que viene haciendo Karina Nervi, una referente de la CTA Autónoma que asiste a las familias de Santa Elena, en sus reclamos por las necesidades básicas insatisfechas de este barrio, que está completamente olvidado por las autoridades del Iprodha y del municipio.