El operativo tuvo lugar en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, ubicado en la ciudad de Luque y que sirve a Asunción, donde después de 8 meses de trabajo de inteligencia, interceptaron un gran alijo de cocaína, que tenía como destino los Países Bajos.
El ministro del Interior, Enrique Riera, informó que la cocaína estaba oculta en diez bloques de palé, y aunque el conteo final aún está en curso, se estima que cada uno contenía alrededor de 160 kilos de la droga. Este importante golpe al narcotráfico representó un duro golpe para la organización criminal detrás del envío, que, según estimaciones, habría perdido alrededor de 50 millones de euros.
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, destacó la magnitud de este operativo histórico y el compromiso del gobierno para combatir el crimen organizado. En colaboración con la DEA y otras instituciones, el gobierno paraguayo reafirma su objetivo de desmantelar completamente las redes criminales y garantizar un futuro seguro para todos los ciudadanos.
Además de esta acción directa contra el narcotráfico, el gobierno paraguayo anunció una inversión significativa de 27.000 millones de guaraníes (alrededor de 3,7 millones de dólares) en programas de prevención y rehabilitación para combatir el abuso de drogas. Estos fondos provienen de la venta de bienes incautados al crimen organizado.