Así lo confirmó Matías Vilchez, intendente de la localidad, luego de que estallase la polémica por la venta de lotes sobre un terreno con la presencia de vestigios arqueológicos pertenecientes a una reducción jesuítica.
En diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, Vilchez explicó los detalles legales y culturales que rodean el caso y las acciones que la municipalidad está tomando para proteger este valioso patrimonio histórico, desde el día domingo que el municipio tomó conocimiento de la preocupación vecinal por el movimiento de suelos en el loteo.
“Los vecinos observaron que comenzaron a aparecer vestigios de lo que podrían ser reducciones jesuíticas”, afirmó Vilchez. En respuesta, el municipio contactó a especialistas en el tema: “Hablamos con arqueólogos que nos daban cuenta de que hacen falta estudios. Los relevamientos que se hicieron en esta localidad ya tienen bastantes años”.
Vilchez, quien demostró un gran interés personal en la historia jesuítica, reconoció las dificultades históricas para conservar los restos arqueológicos en la ciudad. “San Javier era el único pueblo de los 30 pueblos jesuitas de entre Paraguay, Misiones, Argentina y Brasil que tenía una plaza entera, totalmente entera, con piedras de reducciones. Y, sin embargo, a esta plaza se le puso cerámica, se le modernizó, y ahí se tapó las piedras”.
El conflicto legal en torno al loteo comenzó en 2021, cuando la familia Gómez Noremberg, propietaria del terreno, demandó al municipio por un total de 1.786.000 dólares. Según Vilchez, “la familia involucrada en los terrenos hizo una demanda al municipio”, debido a una ordenanza de 2005 que prohibía innovar en terrenos no escriturados. Este pleito llevó a un acuerdo entre ambas partes, que estipulaba que el 40% de los terrenos serían donados al municipio. “Ese espacio fue donado a la municipalidad, está donado a la municipalidad. Ese espacio no se toca”, aclaró el intendente.
El loteo Nuevo Horizonte, actualmente en fase de comercialización, generó preguntas sobre cómo se aprobaron las autorizaciones a la familia Gómez Noremberg en un área arqueológicamente sensible. Vilchez explicó que la municipalidad actuó en base a la normativa de 2005, que se manutvo vigente desde entonces: “La medida de no innovar viene desde el 2005, y esa tierra nadie la tocó. No es que haya una reducción jesuítica que vos puedas armar algo”.
Sin embargo, el intendente confirmó que la zona de vestigios visibles fue donada al municipio y está asegurada: “Son estos espacios que quedaron en donación donde están los únicos vestigios visibles”.
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Por otro lado, refirió a las tensiones con el diputado provincial Castro, quien criticó la falta de resguardo del patrimonio, haciendo algunas observaciones sobre construcciones históricas en el área: “Lo raro de la situación, es que en la esquina del loteo, a milímetros, el padre del diputado Castro tiene la casa ahí”.
En diálogo con este medio, el diputado Castro había manifestado que “es tremendo cómo no se cuida el patrimonio arqueológico que tenemos, el patrimonio cultural, histórico y de tanta relevancia. Las ruinas de San Cayul fueron las primeras reducciones jesuíticas asentadas en el territorio de las misiones; tuvo la primera imprenta, que era una imprenta itinerante que recorría varias de las reducciones que había en Misiones”.
Además, apuntó no solo a la actual gestión municipal, sino también a administraciones anteriores que habrían sido negligentes en la protección de estos bienes arqueológicos. “No es solo el actual intendente, sino que gestiones anteriores… nadie cuidó y tampoco la provincia está haciendo nada para cuidar ese patrimonio”.
En tanto, Vilchez aseguró que el municipio sigue los procedimientos formales para preservar el sitio y colaborar con el Ministerio de Turismo y Cultura de Misiones, que también ha sido notificado. En respuesta a las dudas sobre la documentación que respalda el acuerdo con la familia, el intendente afirmó que “ayer lo hablamos con todo el equipo del Ministerio, lo hablamos con todo el equipo de provincia, lo hablamos con la familia también. La nota sobre el expediente y demás es lo que realmente se hizo. La donación de la tierra es la donación que hizo la familia a la municipalidad”.
Para el intendente, lo ideal sería que el área fuera protegida y los vestigios patrimoniales pudieran exhibirse, pero subrayó que la realidad legal y patrimonial de San Javier es compleja y en parte frustrante. “Por mí, la opinión sería que la plaza esté en condiciones, que estos terrenos no se toquen, que podamos recuperar las ruinas correspondientes, pero la realidad es que eso no pasa”. Además, destacó que el sitio en conflicto, de unos 30.000 metros cuadrados, está actualmente en proceso de escrituración, un trámite reciente que evidencia lo prolongado y difícil que ha sido gestionar este terreno. “El terreno no estaba escriturado, recién ahora empezaron los trámites de escrituración», señaló.
Finalmente, Vilchez reiteró que el objetivo de la municipalidad es preservar el patrimonio que, por ahora, está a salvo en el área donada por la familia: “La realidad judicial es que el loteo tiene un espacio el cual fue donado de la municipalidad, que ese espacio no se toca”, concluyó.