La pasada semana, el concejal de la UCR en Puerto Iguazú, Alejandro Verón, dialogó con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5 y denunció hechos de corrupción en el servicio internacional de Aduana. Ahora, y como consecuencia de ello, afirmó haber recibido presiones por parte de funcionarios nacionales y dirigentes políticos.
Según relató en comunicación con este medio nuevamente, uno de los principales actores implicados es el diputado nacional expulsado de la Unión Cívica Radical (UCR), Martín Arjol, quien lo llamó para pedirle que no avanzara con la denuncia.
“¿Yo me tengo que sentar con un coimero?”
Verón contó que el propio Arjol lo instó a reunirse con Pablo Vande Rusten, el funcionario nacional que el concejal denunció ante la Oficina de Anticorrupción por presunto pedido de coimas. “Me llamó el diputado nacional de la Unión Cívica Radical, Martín Arjol, y me dijo que yo me tenía que juntar a charlar y a tomar un café para que me explique por qué había pedido coima el funcionario nacional Pablo Vande Rusten”, declaró.
El concejal manifestó su sorpresa ante esta solicitud y la comparó con una situación de violencia de género. “No sé si él como abogado le recomienda a sus clientes en este tipo de situaciones, vos denunciás a un tipo por violencia de género y le vas a recomendar a una mujer que se siente a charlar y que le explique el otro qué fue lo que pasó”.
Presiones políticas y acuerdos ocultos
Verón también aseguró que Arjol lo presionó con posibles represalias dentro del armado político en la provincia. “Los argumentos de Martín Arjol para apretarme políticamente fueron decirme que yo tenía que quedar en el molde porque podía ser perjudicado en un posible armado político con La Libertad Avanza”, expresó. Aseguró que no tiene conocimiento de que la UCR tenga un acuerdo formal con el partido gobernante y criticó que un diputado expulsado del partido esté tomando decisiones sobre alianzas.
En ese sentido, también apuntó contra la dirigencia de su propio partido en la provincia. “Aquí hay una serie de dirigentes que indican la conducción de la Unión Cívica Radical de nuestra provincia que acuerdan para adentro, pero para dentro de su boca, no para dentro de la cuestión partidaria”, afirmó.
Amenazas y ofrecimientos
Más allá del llamado de Arjol, Verón aseguró que también recibió presiones desde el entorno de Vande Rusten. “Se me han acercado personas relacionadas con el Centro de Frontera a ofrecerse de intermediarios con esta persona, porque me quería hacer llegar un ofrecimiento y una amenaza de que me iba a desprestigiar con gente de mi partido”.
Según el concejal, incluso le ofrecieron un puesto en el Centro de Frontera o la posibilidad de manejar una obra relacionada con la agilización del paso fronterizo. “Me dijeron que yo la podía dirigir y manejar, e inclusive él manifestó que yo estaba queriendo cobrar honorarios por esa propuesta, cuando a mí nadie me pidió ni me encomendó un plano”.
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“Yo soy concejal, no especulador”
Verón aseguró que no tiene aspiraciones electorales para 2025 y que está concentrado en su rol como concejal. “Cuando Arjol fue candidato, yo también fui candidato, por eso a mí me eligieron como concejal. Entonces en 2025 no voy a ser candidato absolutamente a nada. Evidentemente, él como es un especulador, cree que todos somos especuladores como él”.
Sobre la llamada de Arjol, Verón concluyó: “Yo realmente estuve más sorprendido por la posición del diputado Arjol de quien yo no esperaba absolutamente nada. Cuando me llamó, dije: ‘me va a respaldar realmente’, y estaba esperando nada… y fue un poco más que nada”.
Un funcionario “reciclado”
Para Verón, Vande Rusten no es un funcionario de este gobierno, sino alguien que mantuvo en diferentes administraciones. “Este funcionario nacional no es de La Libertad Avanza, viene de la época de Macri, se mantuvo en el gobierno de Alberto Fernández y ahora, evidentemente respondiendo a una cúpula del Ministerio del Interior, saca provecho de nuevo y viene a pasar la gorra”.
Finalmente, Verón cuestionó la actitud de la dirigencia de su partido ante su denuncia. “El que denuncia un proceso de corrupción se puede comer un sopapo, intenta callarte, un sopapo por la boca de dirigentes a los que vos le caminaste, a los que vos fuiste a entregar el voto y sobre todo en los que vos creíste”.