María Teresa Nilsson, consejera federal del PAMI por Campo Ramón, se refirió a los desafíos que enfrentan los jubilados en el interior de Misiones. “Donde vayas, las quejas son constantes, principalmente por el tema de medicación. Es una lucha, pero gracias a Dios se está resolviendo”, expresó.
En su rol de intermediaria entre los afiliados y las unidades de gestión, Nilsson realiza relevamientos, acompaña a los centros de jubilados y escucha las preocupaciones de los beneficiarios. En diálogo con el programa “El País de la Libertad”, de Radio Up 95.5 contó cómo es el trabajo que se viene realizando.
Uno de los problemas más críticos es el costo de los medicamentos para los jubilados con enfermedades crónicas. Nilsson recordó el caso de una afiliada, “Gana 223 mil pesos, pero solo en medicamentos gastaba 150 mil. ¿Qué le sobra para comer? Nada”. La funcionaria explicó que si bien existen medicamentos gratuitos para pacientes crónicos, el proceso administrativo puede resultar complicado “Tienen que volver a hacer el trámite, buscar la planilla, llevarla al médico y volcar la historia clínica. Eso a veces genera enojo, porque no todos entienden los pasos”, explicó.
Otro desafío que mencionó Nilsson es la escasez de especialistas en las localidades del interior. “En el interior no hay muchos especialistas, y los que hay suelen cobrar plus. Sabés que el sueldo de los jubilados es muy poco; no les alcanza prácticamente para nada”, afirmó.
En cuanto a la atención en los hospitales, destacó casos positivos, como el SAMIC de Oberá. “Acompañé a algunos afiliados en condiciones malísimas. La atención es muy buena, pero el tiempo de espera puede ser largo. Tenés que esperar entre 40 minutos y una hora, como en todos lados”, indicó. Sin embargo, señaló que en otras zonas muchos jubilados deben viajar a Posadas para acceder a servicios especializados, lo que implica un esfuerzo físico y económico adicional.
Comedores: una ayuda necesaria
Nilsson también habló sobre los comedores para jubilados, que han sido un alivio para muchos. “Son nueve en total en la provincia. Tenés uno en Campo Grande, otro en Aristóbulo del Valle, y cinco en Posadas”, detalló. A pesar de esto, la demanda sigue siendo alta. “Dios mío, te piden por favor. Todos quieren tener comedor porque el menú es muy bueno. Tienen un plato de entrada, uno principal, verdura y postre, de lunes a viernes. Es una ayuda increíble”, afirmó.
En Campo Ramón, Nilsson lidera uno de estos espacios. “El viernes pasado lanzamos un comedor para 25 jubilados vulnerables. Fue un logro grandísimo, y ojalá más centros puedan ofrecer este servicio”, comentó.
A pesar de las dificultades, Nilsson destacó las actividades que organiza el PAMI para los jubilados. “PAMI proporciona talleres de manicura, pedicura, peluquería, masajes, danza y más. En nuestro centro logramos ofrecer servicios que no solo ayudan a los jubilados a cuidarse, sino que también les permiten socializar y sentirse activos”, dijo.
Nilsson subrayó la complejidad de la situación en las zonas rurales, donde muchos jubilados tienen dificultades para acceder a alimentos y servicios básicos. “Antes, los jubilados tenían sus gallinas o plantaban, pero ahora les cuesta mucho más. También es difícil hacer canjes en las ferias”, explicó.
Finalmente, Nilsson expresó su deseo de que el PAMI recupere la estructura de apoyo que tenía en el pasado. “Ojalá PAMI vuelva a ser la obra social que era antes, que pueda brindar una cobertura integral a todos los jubilados, especialmente a los que más lo necesitan”, concluyó.