El volcán de la península islandesa de Reykjanes entró en actividad este sábado luego de múltiples sismos, y la lava alcanzó la pequeña ciudad evacuada de Grindavik, aproximadamente un mes después de que una erupción en diciembre obligara a cientos de ciudadanos a abandonar sus hogares.
La erupción comenzó en la mañana del sábado antes de las 8, después de un enjambre de terremotos cerca de la ciudad de Grindavik, según declaraciones de la Oficina Meteorológica de Islandia.
Hasta la tarde de ayer se habían registrado más de 200 sísmos en la zona, el mayor de ellos, de una magnitud de 3,5, a las 04.07 horas, en Hagafell.
El presidente islandés Guðni Jóhannesson confirmó en un post en X, antes Twitter, que la comunidad fue evacuada durante la noche y que «no hay vidas en peligro, aunque la infraestructura puede estar amenazada».
Erupción volcánica en Islandia: varias familias perdieron sus hogares
En aproximadamente una hora, la erupción creó una fisura de 1.090 metros cúbicos de lava a 492 metros de los edificios más septentrionales de Grindavik.
A las 12.40 horas se abrió una segunda fisura, informó la oficina, mientras que el túnel de magma parece haberse detenido bajo la ciudad.
Mientras tanto, imágenes de helicóptero de la cadena pública islandesa RUV mostraron múltiples casas ardiendo a medida que el flujo de lava alcanzaba los límites de la ciudad.
La policía pidió a los islandeses que no se acerquen a la erupción: “Pedimos a la gente que no vaya a pie a la erupción. Hace mucho frío afuera y la caminata es larga y el suelo es inestable en términos de grietas y otras cosas. Además, todos los socorristas están ocupados y no tienen la mano de obra para recoger a las personas que salen a pie”.
“La zona es peligrosa en términos de fisuras, gas y más”, explicaron.
Por otra parte, esta zona de actividad volcánica se encuentra a 28 kilómetros al sur del Aeropuerto Internacional de Keflavik, cercano a la capital de Islandia, Reikiavik, pero la erupción no afectó hasta ahora a los viajes aéreos.
(Fuente: BAE Negocios)