Luis Alberto Contrera, declaró que los acusados Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas llegaron a su casa de Ingeniero Budge con el cuerpo de la víctima, ya descuartizado y embolsado.
Uno de los detenidos por el crimen del empresario Fernando Pérez Algaba declaró que los acusados Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas llegaron a su casa de Ingeniero Budge con el cadáver ya descuartizado y embolsado de la víctima. Además, aseguró ante la justicia que él mismo fue quien les dio la valija para que colocaran los restos, los cuales aparecieron días después un arroyo de la zona.
El detenido Luis Alberto Contrera, hermano de la primera apresada por el caso, la mujer trans Alma Nicol Chamorro, aportó elementos clave para la causa. Contrera amplió sus dichos ante el fiscal 5 de Lomas de Zamora, Marcelo Domínguez, en el marco de la causa por el homicidio del empresario que fue hallado descuartizado dentro de una valija en la localidad de Ingeniero Budge.
Según el detenido, cerca de las 7 del 19 de julio último, Pilepich y Vargas, llegaron a su casa a bordo de dos autos, un Ford Ka blanco y un Volkswagen Polo azul, en el último de los cuales llevaban el cuerpo ya descuartizado y embolsado de una persona.
De acuerdo a sus dichos, Pilepich le preguntó si se “animaba a tirar unas bolsas”, tras lo cual “abre el baúl del auto Polo Azul y allí se veían bolsas negras, y dentro de las bolsas negras se veía una parte de un cuerpo”, específicamente una mano. Según publicó Perfil, el detenido sostuvo que Pilepich le comentó que “había matado a una persona, que le pegó dos tiros, que era un socio de él, un reverendo hijo de mil putas, que lo tenía cansado”.
Sin embargo, Contrera aclaró que Pilepich no le dijo dónde había ultimado a Pérez Algaba, solo que lo hizo cuando “cambiaba una lamparita”. Asimismo, el imputado aseguró que cuando Pipepich le pidió que tirara el cuerpo “por ahí”, él le dijo que no se animaba porque “tenía sangre adentro del baúl”.
Por esta causa, además de Pilepich, hubo dos detenciones que se produjeron recientemente. Nahuel Vargas, uno de los principales sospechosos del crimen de Fernando Pérez Algaba, fue detenido en la casa de su madre en Morón. En tanto que un comisario de la Policía de la Ciudad también quedó detenido.
En consecuencia, ya son nueve los aprehendidos por el caso, por el delito de “homicidio cuádruplemente calificado por el uso de arma, alevosía, codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas”.