Ayer en esta localidad del noroeste de la provincia de Buenos Aires, un operario ingresó a un pozo séptico y se desvaneció; las otras cinco personas intentaron rescatarlo, pero fallecieron.
El bombista del pueblo, un padre e hijo, bomberos y un veterinario: quiénes eran las víctimas de la tragedia en Blaquier
Ricardo Bottega (60) había entrado a un pozo cloacal para hacer una reparación cuando se desmayó. El resto entró a ayudarlo.
En un pueblo tan chico como Blaquier, de apenas poco más de 600 habitantes, las despedidas duelen el doble. Por eso la tragedia del pozo de bombeo, donde seis personas murieron asfixiadas en el rescate de un operario que se desmayó, trajo un dolor infinito.
Juan Ramon Sánchez (50) y su hijo Nicolás (28), Mateo Pelegrino (27), Carlos Rodolfo Renger (39) y Alejandro Centeno (35) eran vecinos y amigos. La sexta víctima, Ricardo Bottega (60), era el “bombista del pueblo” aunque vivía en la localidad de Ameghino, cabecera de este partido en el noroeste bonaerense, cerca de la esquina que bordea el límite con Córdoba y Santa Fe.
Todos murieron tratando de sacar a Bottega y a los que iban entrando. A los gritos de auxilio habían respondido primero los vecinos que llegaron de a pie, antes que los bomberos voluntarios. Sin máscaras, de voluntariosos.
A eso de las 18.30 del viernes, Bottega ingresó al pozo para hacer la reparación de las bombas. No era nuevo para él: hace más de 30 años trabaja en esto. Si bien la instalación había sido inaugurada hace poco, él había ingresado en varias oportunidades. Ese mismo día había entrado por la mañana, pero a la tarde volvió a ingresar y ocurrió ese trágico final en el que Ricardo no fue la única víctima.
Según explicó Nahuel Mittelbach, intendente de Ameghino, a TN, el pozo era una obra nueva: “No teníamos personal técnico, por eso lo contratamos siempre a él. Se dedicó toda la vida a esto”. De acuerdo a su descripción, el acceso está totalmente cercado. “Entran solamente los que hacen trabajos, es un pozo de bombeo y había que hacer una reparación. Tiene unas tapas pesadas, se desciende por escalera. Hay una habitación con todas la parte eléctrica y el pozo de bombeo de las cloacas”, narró.
Alejandro Sánchez, secretario de Gobierno y Hacienda de Florentino Ameghino, habla como funcionario, pero por momentos lo invade la tristeza, porque no solo eran vecinos de la localidad: las víctimas llegaron a ser amigos o sus alumnos en el colegio donde es docente. “En un pueblo tan chiquito el dolor nos invade a todos, nos conocemos todos, somos amigohermanos que estamos tratando de entender un final al que no le encontramos explicación”, arranca la conversación con Clarín.
“Ricardo es un amigo”, dice en presente. “Él era el encargado de siempre. Cuando yo era chico vivía prácticamente en su casa día por medio. Él en ese momento estaba cambiando unas cañerías y por la tarde se broncoaspiró. Un compañero pidió ayuda y llamó a los bomberos. Todos, con el afán de ayudar, se fueron largando al pozo”, cuenta.
Aún se desconocen las circunstancias por las cuales comenzó todo, si Ricardo se desvaneció o si por alguna maniobra cayó en el pozo. “Los que entraban empezaban a inhalar, se desmayaban e iban perdiendo la vida. Pero a lo último ingresaron dos bomberos con máscara, ellos pudieron salir con vida y fueron dados de alta esta mañana”, explica.
Bottega era algo más que el “bombista”. Era un tipo “querido por todos”, según lo despidieron sus vecinos en redes sociales. Además, era músico. Tocaba el acordeón, por lo que estaba presente en festivales y peñas por toda la zona. Desde el Centro de Jubilados de Tres Algarrobos y el Centro Tradicionalista el Ceibo lo despidieron.
“La verdad que no encuentro las palabras para expresar tanto dolor, como le debe pasar a todas las personas que te conocieron. Qué gran persona, siempre con una broma, una canción, un consejo, siempre ofreciendo tu mano por si alguien te necesitaba. Acá siempre vas a seguir sonando con tu acordeón”, escribió Ely, uno de sus amigos.
Guille, uno de sus hijos y también músico, publicó una sentida carta en la que compartió un video de ellos tocando: “¿Sabes lo que más me duele? Es que fuiste querido por todo el mundo, fuiste amigo de todo el mundo, estabas para todo el mundo, te amaba todo el mundo. Para mí ahora te vas al campo, estarás en algún asado que te invitaron, en las reuniones del Ceibo o haciendo lo que más amabas y me metiste, que fue la música”. Guillermo es un reconocido músico de cuarteto, integrante de la banda Los Reyes del Cuarteto.
Según el diario Democracia, Bottega tenía una radio en su casa y desde allí hacía un programa musical todos los sábados a la mañana.
Quiénes eran las otras víctimas de la tragedia de Blaquier
Uno de los bomberos voluntarios que murió en el lugar es Mateo Pellegrino, de 27 años. De Lincoln, distante a 120 kilómetros de Blaquier, estudió la carrera de Veterinaria en la Universidad Nacional de La Pampa.
Apasionado del fútbol, era hincha de Independiente y jugó al fútbol en el Club Social y Deportivo Blaquier.
Padre e hijo. Una familia rota. Eso es lo que dejó para los Sánchez la tragedia de Blaquier. Es que Juan Ramón, de 50 años, y su hijo Juan Nicolás, al que todos conocían como “Juani”, de 28, fallecieron en el accidente.
Juan Ramón era fanáticos de los autos, y en 2021 había empezado a competir en el TC4000.
Además de ser bomberos, padre e hijo compartían el amor por el fútbol. Nicolás era defensor central en Deportivo Blaquier y su papá había sido arquero en el mismo equipo.
“¿Qué te puedo decir de Nico? era una persona excelente, un gran compañero y lo que pasó demuestra la calidad humana que tenía, el daba todo por el otro. Estamos devastados y quebrados, no sabemos cómo pudo ocurrir eso”, manifestó un bombero compañero del joven a Clarín.
En un comunicado, los Bomberos Voluntarios lamentaron la muerte de los Sánchez: “El Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina comunica con hondo pesar el fallecimiento del cabo Juan Nicolás Sánchez, perteneciente a la Asociación de Bomberos Voluntarios de Blaquier, de la Federación Bonaerense. En el día de ayer, viernes 15 de marzo, Nicolás respondió a un pedido de auxilio en la localidad de Blaquier. Lamentablemente falleció en acto de servicio”.
Entre las otras víctimas, Carlos Renger se dedicaba a los molinos y Alejandro Centeno era tractorista. Estaban cerca del lugar y salieron a socorrer como pudieron ante la emergencia.
Tragedia en Blaquier: de qué murieron las víctimas
Cerca del mediodía de este sábado, la municipalidad de Ameghino informó que las autopsias realizadas por la Policía Científica del Departamento Judicial de Junín confirmaron que los seis hombres murieron por “asfixia mecánica por broncoaspiración”.
Luego de la tragedia, la intendencia estableció tres días de duelo. “Todo el pueblo de Florentino Ameghino está inmerso en un profundo desconsuelo, por esta irremediable pérdida”, escribieron en un comunicado publicado en Facebook. En los comentarios, los vecinos dejaban las despedidas y sus condolencias.
Desde la municipalidad aseguraron a Clarín que aún aguardan las pericias del pozo de bombeo para saber qué fue lo que realmente ocurrió con esta tragedia que enluta a todo un pueblo.
(Fuente: Clarín)