De acuerdo con Johnny Klimiuk, se está dando una zafra atípica porque hubo una muy buena producción y una caída de la demanda de Estados Unidos, país en el que no está aprobado el consumo de productos agrícolas con los bioinsumos que promueve el gobierno provincial. Y advirtió que con la importante suba en el costo de la electricidad y combustibles, disparó los costos productivos del sector. Este año, la zafra culmina entre 30 y 45 días antes de lo habitual.
Para el productor tealero Johnny Klimiuk la caída de la demanda de brotes de té por parte del mercado de Estados Unidos, se dio por una “recesión del consumo” en ese país, luego de la explosión de demanda que se dio a partir de la pandemia del coronavirus, en 2020 y 2021. El tealero dialogó este miércoles con el programa RX – Realidad Mixta y evitó hacer alusiones a los problemas que trae la ley de Bioinsumos sancionada en la Legislatura de Misiones, que prevé el reemplazo del glifosato y otros herbicidas químicos por bioherbicidas producidos por la empresa AgroSustentable, insumos que no están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos norteamericana (la FDA, Food and Drug Administration)
En ese contexto, los tealeros de Misinoes definieron adelantar la finalización de la zafra y al respecto, Klimiuk explicó que se trata de una zafra “atípica desde que inició. En principio, la primera cosecha ya por octubre y noviembre, con muy buen clima, acompañó. Y hubo mucha producción que fue de golpe. El té llega a la fecha y tenía que sacar, recolectar los brotes, cosechar y elaborar. Y no había capacidad, digamos, para elaborar tanto broto de golpe. Entonces, hubo que desperdiciar, tirar mucho brote en el suelo. Así arrancamos”, puntualizó el productor.
Por otra parte, a lo que Klimiuk consideró como sobreproducción, se le sumó una brusca caída del mercado exportador del té. “Este año estamos con un 30% por debajo de lo normal. Con una demanda siempre teníamos grande con Estados Unidos, concentra el 70% de los envíos de té de Argentina al mercado y una pequeña recesión del consumo. Venían con mucho consumo post pandemia. Ahora bajó un poco y le agarró con stock”, detalló el productor.
“Entonces, (fue) una tormenta perfecta, mucha producción acá que no pudimos recolectar en tiempo y forma, merma en las ventas para este mercado y países productores como Chile y Sri Lanka, que son grandes productores de té, están pasando por un muy buen momento. Pasaron el 2023 con mucha producción y bajaron los precios internacionales. Son lo que realmente hoy imponen los precios a nivel mundial porque son grandes productores y todo esto trajo estos problemas para la zafra tealera”, amplió Klimiuk sobre las dramáticas imágenes de productores tirando brotes al suelo, meses atrás.
De acuerdo con el productor, en Misiones “hay fábricas que el 29 de febrero ya finalizaron la zafra, otras fábricas que estamos finalizando este fin de semana. La verdad es que es una lástima porque hay muchas inversiones de los productores nosotros como empresa, mucha inversión hecha para recolectar la cosecha que siempre normalmente iba hasta mediados de mayo, fines de abril. y hoy estamos 45 días antes, 30 días antes estamos finalizando la zafra”, puntualizó Klimiuk, evitando referirse al conflicto abierto con Estados Unidos, donde la FDA envió una carta a la Cámara Argentina del Té, advirtiendo que los productos que utilicen los bioinsumos de la empresa AgroSustentable de Misiones, no están aprobados para consumo en el país del norte.
Por otra parte, Klimiuk advirtió que los precios productivos se dispararon en los últimos meses, por la suba del dólar, los combustibles y la electricidad. Según el productor, en su empresa, comenzaron “esta cosecha con una proyección de costos. Hoy nosotros tenemos la actualización de lo que fue la tarifa eléctrica y lo que es la tarifa de combustible y nos ha impacto directamente porque el incremento fue en dólares”.
“Hoy la actualización del costo de la energía fue muchísima y es grave para lo que se viene para adelante porque no vamos a poder ser competitivos a nivel mundial por los costos que tenemos hoy acá en Argentina, ya que nosotros somos el 3% de la producción mundial del té. Tenemos este nicho de Estados Unidos que tenemos concentrado gran volumen y es importante, pero a nivel mundial tenemos grandes productores”, advirtió Klimiuk, sobre el aumento de los costos de producción por el llamado “sinceramiento” de las tarifas.
En esa línea, Klimiuk remarcó que hay preocupación en el sector tealero, que exporta el 90% de su producción y, por ende, precisa ser competitivo a nivel internacional. “Nos preocupa las actualizaciones de costos que tenemos acá para lo que se viene para adelante más allá de que hoy finalice la cosecha, pero los nuevos negocios para la zafra que vienen actualizándose de esta manera los costos y trasladar a un mercado que hoy tiene volumen de producción, creo que se va a complicar mucho hacia el futuro”, puntualizó.
Repreguntado sobre si el sector espera una devaluación para mejorar la competitividad de los precios del té argentino, Klimiuk explicó que actualmente las tarifas de energía están en dólares, entonces, una devaluación los perjudicaría.
“Se duplicó el costo energético” para “poner un secadero, que normalmente está en dólares. Eso es grave porque si tenés una proyección en dólares para vender más allá del tipo de cambio que esté en el momento (de la venta), hoy el incremento (de los costos dolarizados) es agresivo. Tanto (en) el combustible como (en) la energía. En el sector tealero, es un factor importantísimo la energía porque se consume mucha energía”, subrayó Klimiuk.
En cuanto a los costos, Klimiuk graficó el incremento, con números que sorprenden. “Una de las fábricas (secaderos de brotes de té) en la misma temporada, enero del 2023, (pagó) $3.700.000 (de electricidad). En el mismo periodo, los mismos kilovatios, ahora se pagó $12 millones. Entonces es un salto agresivo y luego es complejo, digamos, en los mercados internacionales un producto como este, trasladar estos costos. Ni hablar de la energía, el precio de la mano de obra, todo esto. Vamos siendo caros en dólares y eso aflige en un mercado que si es un mercado que hay oferta y demanda de una cosa y otro mercado que hoy estamos peleándole para buscar nuevos nichos”, argumentó Klimiuk, insistiendo en que buscan abrir nuevos mercados y conservarlos, pese a estos nuevos costos productivos.