El presidente de Paraguay, Santiago Peña, cuestionó al gobierno argentino después del cruce de versiones en torno a la visita de Sergio Massa al vecino país, y la desmentida de un compromiso que el ministro de Economía habría contraído allí: suspender el cobro temporal del peaje en la zona norte de la Hidrovía Paraná.
“Salimos de la reunión pensando que teníamos un entendimiento. Tenemos con la Argentina una larga historia de amores y desamores. Este puede ser un capítulo más de desamor, o paso para la integración que Paraguay y Argentina necesitan trabajar juntos”, sostuvo el reciente asumido presidente Santiago Peña.
El mandatario dio cuenta de su desagrado por la actitud que tuvo el Gobierno. Varias horas después de la visita de Massa y del compromiso que Asunción creía al que se había llegado, desde Buenos Aires desmintieron que se fuera a suspender el cobro del peaje y se habló de un “malentendido”. Durante la jornada del día viernes, el canciller paraguayo Rubén Ramírez había dicho que la decisión del ministro de economía argentino “tendría consecuencias”.
“Nosotros teníamos en el entendimiento en la reunión de que se iba a dejar de cobrar, de que íbamos a tener un espacio donde conversar, de que iba a haber una reunión de todos los presidentes o de los cancilleres, para éste sea el gran proyecto de integración de los cinco países”, sostuvo Peña en declaraciones a medios argentinos.
El jefe de Estado paraguayo consignó que le pidió en “reiteradas oportunidades” al Gobierno que se levante la medida, y que se establezca una mesa. Dijo también que le transmitió está inquietud a Alberto Fernández, pero recalcó que nunca recibió respuestas.
“La realidad es que los tratados internacionales tienen que cumplirse. No desconocemos que la Argentina ha hecho una inversión en ese tramo de la Hidrovía. Puede cobrar, pero solo se puede hacer una vez que todos los países estén de acuerdo”, manifestó.
Peña intentó descomprimir el contrapunto y afirmó que la relación con Argentina en ningún momento fue tensa, pero sí consideró que quizás se trate de un “capítulo de desamor”. En este sentido, recalcó que se la situación de la Hidrovía puede mejorar la situación de los países de la región: Uruguay, Brasil, Bolivia, Paraguay y la Argentina, haciendo que el comercio fluya y que los acuerdos multilaterales sean más fáciles de llevar a cabo.
“Tenemos una visión diferente sobre la hidrovía y los tratados que la gobiernan. Este es un tema más dentro de una amplia agenda que tenemos con la Argentina”, expresó.
El mandatario consideró que la imposición de un peaje es una opción que se puede considerar una vez que se abra la discusión y que se puede aprobar en caso de que los cinco países lo decidan. Eso habilitaría también a que cada estado pueda imponer un peaje también.
“Si eventualmente los cinco países tomamos la decisión en una mesa de que vamos a cobrar mediante un peaje, pues adelante, se cobra. Pero mientras estemos discutiendo, nosotros no podemos aceptar el cobro”, indicó.
Con información de LA NACION