El exjefe de la dependencia, tres oficiales y tres suboficiales fueron castigados y quedaron en el medio de una investigación penal. En septiembre del año pasado en Perugorría desaparecieron otras dos armas, que hasta hoy no aparecieron.
Una guardia completa y el exjefe de la Comisaría de la localidad de La Cruz, fueron pasados a «pasividad», por orden del Ministerio de Seguridad y la Jefatura de Policía, luego de que descubrieran la insólita desaparición de cinco ametralladoras, un FAL y un par de pistolas reglamentarias del arsenal de aquel cuartel.
El nuevo jefe de dependencia realizó un inventario el primer día y notó la alevosa faltante y la reportó de inmediato. La denuncia penal ya fue radicada en la Justicia ordinaria. Se trata del segundo hecho escandaloso de desaparición de armas de guerra de una dependencia de la fuerza provincial en el interior y hay sospechas de otros hechos similares, la mayoría de los casos en zona de frontera.
A mitad de semana se hizo cargo de la Comisaría de La Cruz, el comisario inspector Claudio Fernández. Llegado desde la localidad de Mariano I. Loza, el nuevo jefe tomó posesión del puesto y de inmediato ordenó la realización de un inventario de todos los bienes y el arsenal que estaban en disponibilidad de la dependencia, pero de inmediato notó una seria falla en lo que se suponía debía haber y lo que en realidad había en el arsenal, ya que era absolutamente notoria que cinco subfusiles FM K3, tipo ametralladora, un Fusil Automático Ligero (FAL) y al menos dos pistolas .9 mm no estaban donde debían. De hecho, no estaban en la comisaría; habían desaparecido.
De inmediato, Fernández realizó un acta e informó a la superioridad de la faltante. Personal de Asuntos Internos de la Policía de Corrientes arribó el fin de semana a La Cruz y puso manos a la obra, para la realización de un sumario administrativo a toda la guardia saliente de la comisaría, incluyendo el propio comisario, Sergio Oscar Medina, apuntado como responsable directo.
Y es que Medina, ya estaba bajo investigación por el robo semanas atrás de una motocicleta que estaba a resguardo de esa dependencia y luego fue secuestrada en Paso de los Libres, desarmada y a punto de ser vendida por partes. Por aquel caso se vieron involucrados un suboficial de la comisaría de La Cruz y dos efectivos de la Prefectura Naval.
El vehículo había protagonizado un accidente fatal y su dueño original perdió la vida en él, pero al parecer la motocicleta y ahora las armas ya colmaron los ánimos y el propio ministro, Buenaventura Duarte, firmó la orden sumarísima de pase a «pasividad» del comisario Medina y a disponibilidad de un par de oficiales y otros tres miembros de la dependencia, incluyendo el jefe de guardia.
Mientras la Policía realiza su investigación interna, también la Justicia estaría realizando lo propio, luego de las presentaciones penales correspondientes. Cabe aclarar que se trata de por lo menos ocho armas consideradas de guerra, lo que significa un hecho gravísimo, ya que no hay indicios de dónde podrían encontrarse.
Grave antecedente
El robo de ametralladoras dentro de la Policía de Corrientes, tiene su antecedente reciente en el mes de septiembre en la Comisaría de Perugorría, donde el comisario inspector de aquella dependencia, Walter González, denunció la desaparición de al menos dos subfusiles FM K3, similares a los que desaparecieron en La Cruz, pero del armario de su oficina.
La denuncia fue formulada en la Fiscalía de Curuzú Cuatiá, pero hasta el momento la causa no avanzó para ningún lado y al igual que ahora, las consecuencias recayeron sobre el jefe de la comisaría y varios de sus subordinados. De las armas y la investigación, nada se sabe.