El deportista, multicampeón de lucha grecorromana olímpica, apela a la solidaridad y busca reunir fondos para someterse a una operación de columna para poder seguir practicando la disciplina.
La brillante carrera del luchador misionero Ricardo Báez se encontró con un bache inesperado. Luego de una seguidilla de grandes resultados, que lo habían acercado al sueño olímpico de París, una grave lesión terminó por marginarlo de los grandes escenarios.
Y es que el nacido en la tierra colorada, sufre de una dura lesión en la zona baja de su espalda, por lo que deberá someterse a una operación.
“Yo vengo con una lesión desde hace tiempo, que se agravó el año pasado. No pensé que iba a ser tan grave, porque el dolor en realidad empezó de menor a mayor”, comentó Báez en diálogo con Radio Up 95.5.
Según relató el misionero, la situación comenzó en la previa del Preolímpico, en México, con dolores fuertes en la zona de los glúteos.
“Me hice ver, me hicieron una resonancia y saltó que tengo una hernia de disco muy grande, la cual no tiene tratamiento. Fui a ver al especialista que me va a operar, Santiago Valderrama, que es especialista en columnas y él me mostró las imágenes, me explicó bien y me dijo que la hernia de disco es tan grande que afecta todo el sistema nervioso, pero lo que más afecta es el nervio ciático”, explicó Báez.
“El dolor que tengo es constante, durante todo el día, y si hago actividad física peor todavía porque no me puedo ni mover”, indicó.
El luchador misionero resaltó además que este padecimiento ya lleva varios meses, donde debió estar bajo los efectos de analgésicos para poder competir.
“Esto lo vengo trayendo hace varios meses ya. En México yo estuve a base de Diclofenac, después cerca de la competencia estuve con inyectables, con lidocaína, complejo B, todo para poder anular el dolor y poder competir. Ahora estuve seis semanas parado sin entrenar y no tuve ni una mejora. No tengo otra opción más que la operación”, reveló.
En cuanto al financiamiento de la misma, Báez destacó que si bien la obra social del Ente Nacional de Alto Rendimiento (ENAR) autorizó la cirugía, “el cirujano me explicó que la obra social autorizó una operación de una categoría menos a la que él pidió y que sí o sí tengo que poner lo que falta porque lo que me van a hacer a mí necesita de unos materiales especiales”.
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Según indicó el propio Báez, el presupuesto de la cirugía es de $1.200.000, de los cuales la obra social autorizó $977.000 y restan reunir otros $223.000.
“Por la situación económica que estamos pasando, a mí se me complica, a pesar de que no es un monto desorbitante. Ahí es cuando aparece el Deporbono”, señaló.
“Este es el primer caso que me pasa de que tengo que poner plata porque la obra social no cubre todos los gastos. Esto me pasó recién ayer, y lo primero que hice fue armar un flyer porque el ministerio (de Deportes) les brindó a todas las disciplinas los deporbonos”.
“Es el primer apoyo que yo tengo de parte de ellos (del ministerio), pero en los próximos días voy a intentar reunirme para ver que más se puede hacer”, agregó Báez.
Respecto a la recuperación, el misionero explicó que “son tres semanas de reposo total que tengo que tener hasta volver despacio a la actividad, según me dijo el traumatólogo”.
“Después de las tres semanas de reposo, voy a arrancar con ejercicio de fortalecimiento de la zona media y de ahí, de manera progresiva, voy a ir volviendo”, añadió.
Por fortuna (o desgracia), la lesión encuentra al misionero alejado de las competencias, luego de no clasificar a los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Este ciclo ya se terminó para mí porque se prioriza a la gente que está clasificada para los Juegos Olímpicos. Por suerte, este año puedo priorizar mi salud, recuperarme de las lesiones y la idea es poder arrancar un ciclo olímpico lo más sano posible en 2025” expresó Báez.
“Se me hace muy difícil seguir con la lesión esta y no tengo otra opción que operarme, aparte te sacas las ganas, te frustra”, completó.
Aún sin fecha estipulada para la cirugía, el misionero apela a la solidaridad y el apoyo de la comunidad a través de la venta del Deporbono. El mismo tiene un valor de $2000, con posibles premios como un auto 0KM, una motocicleta, viajes, TV y una bicicleta.