Residentes de Profundidad compartieron sus experiencias personales y brindaron una mirada profunda sobre las dificultades que enfrenta la juventud local para acceder a oportunidades de estudio y empleo significativas. Además del abandono que enfrentan por parte de la gestión municipal.
Los entrevistados, cuya identidad se resguardan, compartieron que hace tres años, comenzaron junto a otras jóvenes, estudios terciarios en Posadas, con la intención de ayudar al bienestar de la comunidad; principalmente en el CAPS de la localidad, pero se encontraron con una realidad frustrante: la falta de transporte público. “Pasaba solo tres veces por semana”. Hasta que en el 2022 el concejal Gabriel Sánchez logró que los colectivos ingresen de lunes a viernes. “Yo terminé mis estudios, pero las otras chicas tuvieron que abandonar”, comentó una de las que se sienten excluidas de las políticas públicas locales. Con la ausencia de los colectivos recurrían a caminar desde Profundidad hasta el cruce de Candelaria, un total de 11 kilómetros.
“Muchas veces, con casi 40 grados de calor, pero trataba de llegar porque quería terminar la carrera de Kinesiología” compartió una joven, y durante los meses fríos del año la falta de transporte público adecuado y horarios restrictivos puede obligar a muchos a recurrir a alternativas como Uber para llegar a sus destinos. “Un día vine caminando hasta un cierto punto con mi nena en brazos y estando embarazada quería continuar la carrera pero la falta de colectivo me afectó a mí porque no contaba con otro medio de ingreso”.
Las entrevistadas, ambas trabajadoras de la salud, se ven obligadas a lidiar con horarios de transporte que no se alinean con sus turnos laborales, lo que las lleva a incurrir en gastos exorbitantes en servicios de transporte privado como UBER. “Son 2,500 para ir y 2,500 para venir, todos los días 5,000 para poder llegar a mi lugar de trabajo”.
Varios jóvenes mencionaron la dificultad para acceder a estudios superiores debido a la falta de transporte adecuado y horarios laborales restrictivos. «No tengo cómo volver de noche», lamentó uno de los entrevistados.
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Cuando la municipalidad cierra las puertas, la policía al rescate
La intendente Silvia Estigarribia, figura central en la distribución de recursos y oportunidades, parece tener una visión diferente para el futuro de la juventud: “Ella quiere que estudien cosas que queden ahí en el municipio”, expresaron. “Si pedís que te acerquen hasta el cruce, a veces no te contesta, o te dice que la ambulancia no es remís, pero cuando llamás por salud tampoco te pueden llevar la ambulancia y siempre le ves paseando al chofer por ahí con su señora”.
“Ella (la intendente) no nos ayuda mucho”, especialmente en el ámbito de la salud. Algunos residentes expresaron su frustración por la falta de disponibilidad de ambulancias en situaciones de emergencia, lo que pone en riesgo la vida de los ciudadanos. “Siempre que se busca la ambulancia no está ahí”, declararon. “Para llevar chicos a jugar fútbol hay, pero para emergencias no”.
Para sobrevivir a estas situaciones destacaron la colaboración de la policía local en situaciones de emergencia de salud. «Hace poco que se ahogó un bebé, que le trajeron a la policía y pudieron asistirlo», además, la joven mencionó cómo en la sede de policías habían dado a luz a varias mujeres en situaciones donde la ambulancia no estaba disponible, la combi municipal, disponible para el equipo de fútbol, no se extiende al apoyo para la educación o la salud.
Los testimonios también expusieron que “son más allegados al intendente nomás los que tienen puesto de trabajo en el pueblo, y bueno los jóvenes todo el día por un sueldo de mediodía, te pagan 2.000 las ocho horas”. Además destacaron la falta de profesionales en la localidad: “La falta de médicos y enfermeras en los centros de salud es evidente. Muchas veces tenemos que esperar largas horas para recibir atención, y a veces ni siquiera hay personal disponible para atender nuestras necesidades médicas más básicas”.
Esta preocupación se extiende al ámbito educativo como señaló otro entrevistado: “Nuestras escuelas locales carecen de maestros capacitados, hay una que vive de paro, entonces las aulas no tienen maestros”. La falta de empleo y la ausencia de actividades deportivas y recreativas contribuyen a un sentido de estancamiento en la comunidad. “Somos muchos habitantes, pero no hay trabajo, no hay deportes, no hay salida”, lamentan los residentes. La dependencia del polideportivo como único lugar para la recreación se ve obstaculizada por las restricciones impuestas por la Municipalidad. “No dejan que juguemos todos los días”, señalaron.
Baches y polvo, el deterioro en Profundidad
Los vecinos de la localidad denuncian una situación de infraestructura vial preocupante. La ruta de ingreso al pueblo quedo inconclusa a pesar de haber sido incluida en el presupuesto del año pasado. Los residentes expresan su frustración ante la falta de progreso desde el 2021, “supuestamente esa obra esta en construcción, pero no es así, es intransitable, es una vergüenza”.
Según fuentes locales, una vecina de la comunidad habría donado combustible a la Municipalidad con el propósito de facilitar la reparación de los caminos deteriorados. Sin embargo, se reporta que, a pesar de este gesto, las calles siguen en mal estado. Mientras tanto, la intendenta y su círculo parecen estar desconectados de la realidad económica que viven sus ciudadanos, donde los aumentos de precios no se reflejan en un aumento salarios o de apoyo para capacitaciones o mejorías en el pueblo.