El referente de la CTAA, Leandro Sánchez, calificó de “desagradable” lo que se vivió este miércoles en la Cámara de Diputados de la Nación, donde el oficialismo logró mantener el veto a la ley que mejoraba las jubilaciones, con el voto de cinco diputados por Misiones que en junio habían votado a favor de la ley y cambiaron su voto. “La gente descree de la democracia por estos tipos que se venden por dos mangos”, disparó.
El giro rotundo de los diputados por Misiones, Alberto Arrúa, Yamila Ruiz, Daniel Vancsik, Carlos Fernández y Martín Arjol, que el 5 de junio votaron a favor de la ley en el Congreso, que mejoraba las jubilaciones y este miércoles 11 de septiembre, se abstuvieron o votaron a favor del veto del presidente Javier Milei contra esa nombra, fue analizado por el secretario general de UTEM (Unión de Trabajadores de la Educación de Misiones) Leandro Sánchez, quien advirtió que ese tipo de actitudes, sospechadas de sobornos y de compra de voluntades, dañan a la democracia y el sistema representativo, y mueven al votante a descreer de los políticos que llegan a Congreso y “se venden por dos mangos”. “Me dan mucho asco”, disparó Sánchez y apuntó específicamente contra el radical Arjol: “era una especie de ‘niño estrella’, porque nos llenaron la provincia con su nombre” y ahora destruyó ese capital político que tenía.
Consultado sobre la escandalosa sesión de este miércoles en la Cámara de Diputados de la Nación, donde el oficialismo y el PRO consiguieron 87 votos, para que, sumadas algunas ausencias inexplicables, no se pudiera anular el veto presidencial a la ley de actualización de jubilaciones con los dos tercios del cuerpo, Sánchez fue lapidario: “La verdad que es muy, muy desagradable. Los que militamos en algún espacio, ya sea político o sindical o lo que sea, este (entendemos que) la gente descree de estos cuarenta años de democracia y la respuesta que la política, el sindicalismo y la democracia (misma) pudo construir para la población”, reflexionó.
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“Y descree por estos tipos, por estos tipos que se venden por dos mangos. A veces se venden, no sabemos por qué, porque está claro el que dejó su banca para ir a asumir este en la entidad binacional de (la represa de) Salto Grande. Ese (el exdiputado radical Pedro Galimberti) está claro, cambió (el voto) por guita. Pero los del oficialismo (de la Renovación) capaz que lo cambian por obra, no sabemos. ¿Venden su voto por obra para provincias? No sabemos. Los radicales seguro que no. Entonces, la verdad que indigna mucho”, fustigó Sánchez contra los diputados nacionales Vancsik, Fernández, Arrúa y Ruiz, que se abstuvieron de votar contra el veto de Milei.
Sobre esa actitud que adoptó todo el bloque de Innovación Federal en Diputados, Sánchez aclaró que no lo justifica, aunque le parece comprensible. “De ninguna manera justifico no dar la discusión por no darle unos pesos más (a los jubilados), porque esos son viejos que se nos van a morir. Porque al no tener los remedios, al no poder comprar, al no poder comprar comida que les sirva. Es una desgracia, es una desgracia la verdad”, advirtió Sánchez, aclarando que sin justificarlos “a lo mejor, cambiaron el voto (contra el veto) por alguna obra (para Misiones), no sé”.
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En cambio, el voto de los opositores, “los supuestos radicales” –que cambiaron su voto luego de reunirse con Milei– “eso colabora con el desencanto de la población, ese desencanto que hace”, que las personas digan “yo no voy a votar, no me interesa, es todo lo mismo, esto es una mierda. Una mierda. Bueno, (la compra de voluntades) colabora con eso”, alertó.
Repreguntado por el caso del misionero Arjol, que el lunes 2 de septiembre dijo en la TV nacional que votaría contra el veto y 9 días después vote a favor del veto, Sánchez fue lapidario y apuntó a la importante promoción de su figura en Misiones. “Arjol era una especie de ‘niño estrella’, porque nos llenaron la provincia con su nombre. Podíamos no conocer su rostro, pero todos sabíamos que había un candidato y cómo se llamaba. Ahora, ¿rifó ese capital político? ¿Por qué lo rifó? ¿Por cuántas monedas? La verdad que es injustificable. No soy radical, pero la verdad que me dan mucho asco”, remató.
