El reciente debate parlamentario en torno a la implementación de la boleta única de papel para las elecciones nacionales generó tanto expectativa como interrogantes sobre su viabilidad en el sistema electoral argentino.
En este sentido, la Dra. Silvana Yazbek, abogada y directora ejecutiva del Instituto de la Democracia y Elecciones (IDEMOE), dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y compartió su análisis sobre las implicancias de este nuevo instrumento de votación.
Según Yazbek, la boleta única de papel presenta ventajas evidentes en términos de transparencia y seguridad electoral, pero “no estaría siendo compatible con el sistema electoral”. Este sistema, que contempla las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), permite una amplia oferta electoral, lo que plantea desafíos en su coexistencia con la boleta única.
A su vez, Yazbek subrayó la incompatibilidad estructural entre el sistema de boleta única y el actual esquema de elecciones con PASO. “Hay una incompatibilidad entre el sistema y el instrumento”, afirmó, destacando que el sistema electoral argentino se caracteriza por una oferta electoral amplia, donde los votantes tienen que pasar por la instancia de las primarias antes de las elecciones generales.
Además, la abogada señaló que la implementación de la boleta única podría generar diferencias en la forma en que las provincias llevan adelante sus elecciones, rompiendo la simultaneidad en algunos casos y generando lo que se conoce como “concurrencia” de elecciones. En su opinión, en lugar de utilizar un único sistema para todos los niveles de gobierno, habría que emitir boletas distintas para elecciones municipales, provinciales y nacionales, lo cual “complejizaría aún más el proceso”, según Yazbek.
Ventajas de la boleta única de papel
A pesar de los desafíos, Yazbek reconoció que la boleta única tiene ventajas significativas. Uno de los puntos a favor es que refuerza la seguridad y la credibilidad del sistema electoral, dado que elimina la necesidad de que los partidos políticos se encarguen de proveer boletas, una tarea que en el pasado generaba complicaciones logísticas. “Ya la administración del instrumento va a ser a cargo de la autoridad electoral”, mencionó.
Otro aspecto positivo es que, con la eliminación de la opción de lista completa, se fomenta una votación más consciente por parte del elector. Sin embargo, Yazbek advirtió que esto también representa un reto, ya que “el elector va a tener que marcar en cada una de las categorías su selección”, lo que puede complicar el proceso para algunos votantes.
Si bien la boleta única ofrece mayor seguridad, uno de los aspectos que más preocupa a la experta es el proceso de conteo de votos, el cual Yazbek considera como una de las “debilidades” del nuevo sistema.
En países como México, donde se utiliza la boleta única, se reportaron dificultades durante el cómputo, con boletas distribuidas en el piso de los centros de votación, lo que requiere una atención especial por parte de las autoridades electorales. “Hemos visto estas boletas en el piso y tienen que ser tratadas con mantelerías para que puedan las autoridades de mesa apoyarlas”, señaló Yazbek, evidenciando las dificultades que puede generar la implementación de este sistema en Argentina.
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Por otro lado, en provincias como Misiones, que utiliza la Ley de Lemas para elecciones municipales, la boleta única podría chocar con este sistema electoral. “No veo cómo compatibilizar el sistema de la Ley de Lemas con la boleta única de papel”, sostuvo Yazbek.
En otros países donde se utiliza la boleta única, como México, los sistemas electorales tienden a ser más simples, con una oferta limitada de partidos. En cambio, en Argentina, con más de 740 partidos distritales y una alta complejidad en las alianzas y candidaturas, implementar la boleta única representaría un reto logístico significativo.
En tanto, un aspecto clave de la reforma es que los partidos ya no tendrán que encargarse de la impresión de boletas, una responsabilidad que ahora recaerá en la Dirección Nacional Electoral. Yazbek explicó que “el financiamiento tanto del desenvolvimiento institucional como la impresión de boletas” estará a cargo del Estado, aliviando una carga significativa para los partidos políticos.
A pesar de las preocupaciones, Yazbek consideró que la implementación de la boleta única de papel en elecciones de medio término sería un buen punto de partida. Con menos categorías en juego, estas elecciones podrían servir como una prueba piloto antes de introducir el sistema en elecciones más complejas, como las presidenciales.
Sin embargo, para que la reforma funcione, Yazbek enfatizó la necesidad de compatibilizar el sistema electoral con el nuevo instrumento de votación: “Es fundamental que vos tengas compatibilizado el sistema con el instrumento de votación”, completó.