La ciudad brasileña de Río de Janeiro enfrenta una ola de calor sin precedentes, con temperaturas que han alcanzado niveles récord, provocando situaciones extremas en las poblaciones más vulnerables. Este sábado, la sensación térmica se elevó hasta los 59,7 grados centígrados.
La térmica del sábado superó el récord anterior de 59,3°C registrado el viernes en Guaratiba. El intenso calor llevó a decenas de bañistas a refrescarse en las playas, como las turísticas y emblemáticas Copacabana e Ipanema
Gran parte del centro y el sureste de Brasil sufre desde hace varios días temperaturas agobiantes y atípicas para la primavera austral. Expertos coinciden en que los efectos son más agudos en los barrios más pobres, con una fuerte densidad de población y viviendas precarias separadas apenas por pasajes estrechos.
Dentro de las casas, sin aislamiento al calor y poco ventiladas, la situación solo empeora. “Se genera una sensación de sauna”, expresó André Candido, habitante de Rocinha.
Los residentes de Rocinha viven en casas bajas, de ventanas pequeñas y techos metálicos, “realmente no adecuadas para una condición de mucho calor” como la de la última semana, dice Denise Duarte, profesora de la facultad de Arquitectura y Urbanismo en la Universidad de Sao Paulo.
La ciudad de Rio de Janeiro se encuentra en alerta de tormenta hasta la medianoche del domingo. Se espera que un frente frío en la costa genere ráfagas de viento que podrían alcanzar los 100 kilómetros por hora en la región sudeste.
El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) del vecino país, emitió un alerta que coloca al estado de Río de Janeiro en una zona de «gran peligro» debido a la ola de calor, mientras miles de habitantes y turistas colmaron las playas, para meterse en el mar, aún en horas de la noche.
Además, en medio de la ola de calor que afecta a distintos estados de Brasil, se producen incendios forestales en la Amazonía, afectando al Pantanal, el mayor humedal tropical del mundo, que abarca al Mato Grosso.
(Fuente: El litoral)