El anunciado plan de “modernización” del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que contempla la venta de tierras estratégicas y recortes de personal, hizo saltar las alarmas entre sus trabajadores.
Silvina Fariza, investigadora del INTA en Cerro Azul, Misiones, describió la situación como angustiante: “Parece una pesadilla. Después de haber logrado hitos históricos para la provincia, como el desarrollo de alternativas productivas para nuestros agricultores, ahora nos encontramos con esto”, manifestó en diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5.
El gobierno nacional busca reducir más de 1.700 puestos de trabajo y vender terrenos del organismo, incluyendo propiedades clave para la investigación y conservación. Según Fariza, en Misiones, las tierras afectadas incluyen 2.000 hectáreas en Monte Carlo, 200 en San Vicente, otras 200 en Cerro Azul y el predio del Centro Regional El Zaimán en Posadas. “En Montecarlo tenemos reservas de monte nativo y forestación, en San Vicente se hace ganadería y trabajamos con el banco de germoplasma de yerba mate. Todo esto está en riesgo”, advirtió.
El plan fue discutido el miércoles pasado en una extensa reunión del Consejo Directivo del INTA que se extendió hasta las 20:30 horas, pero sin llegar a acuerdos. “La reunión era muy positiva, porque se había planteado tomarse un tiempo de 120 días para evaluar cómo avanzar. Sin embargo, de manera autoritaria, el presidente del INTA decidió que no había acuerdo y que iba a avanzar igual. Eso es un atropello”, relató la investigadora.
En tanto, Fariza desmintió las declaraciones del vocero presidencial, quien aseguró que las tierras afectadas no estaban siendo utilizadas: “Es una gran mentira. El INTA tiene más de 116.000 hectáreas en todo el país, y no todas son para cultivos anuales como en la Pampa Húmeda. En Misiones, por ejemplo, tenemos monte nativo que es fundamental para la conservación del pulmón verde. Lo mismo pasa en la Patagonia o en el NOA. Pero parece que el gobierno no entiende la importancia de estas tierras porque no pueden salir de la zona núcleo”.
En el ámbito laboral, la situación también es grave. A nivel nacional, 300 empleados ya han optado por retiros voluntarios, y 227 trabajadores de planta no permanente están en riesgo de perder su empleo. En Misiones, cinco personas aceptaron el retiro voluntario, y otros nueve, que ingresaron recientemente por concurso, podrían ser despedidos. “Nadie entra por la ventana en el INTA. Todo el personal pasa por un concurso riguroso que evalúa su idoneidad y experiencia. Decir que ingresaron de manera irregular es otra mentira”, aclaró Fariza.
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Además, señaló que en Cerro Azul se han llevado a cabo auditorías como parte del proceso de venta. “Nos llegó información de que el predio de 200 hectáreas está en la mira. Esto no solo afecta nuestra labor, sino también el ecosistema y los servicios que estas tierras proveen a la región”, explicó.
En su mensaje, Fariza enfatizó la necesidad de visibilizar el impacto de estas medidas: “La gente debe saber que esto no es como lo pintan. No estamos hablando de tierras ociosas ni de personal contratado irregularmente. Es un avance injustificado sobre un organismo que cumple un rol esencial en la investigación agropecuaria y la preservación ambiental. Nos pone mal, nos angustia. Esto no debería estar pasando”.
Finalmente, Fariza manifestó que la situación requiere una respuesta urgente y una discusión amplia que contemple el impacto a largo plazo de estas decisiones. “Esto no es modernización, es un desmantelamiento”, concluyó.