En el marco del 105° aniversario de Eldorado, conocida como la “Capital del Trabajo”, la ciudad se engalana con banderines que adornan su centro.
Estos representan a los países de origen de las diversas corrientes inmigratorias que han marcado la historia de la región.
Durante el transcurso de esta mañana esta previsto un Acto Protocolar y el Gran Desfile Cívico-Militar, para luego seguir con shows en vivo y un almuerzo para los vecinos.
Con la Avenida San Martín como escenario principal, los representantes de 20 países, que conforman las distintas corrientes inmigratorias, a los que se sumaron integrantes de los Pueblos Originarios y la representación Argentina, desfilarán en Eldorado.
Los comienzos de la colonización de Eldorado se remontan al fin de la Primera Guerra Mundial. La situación social, política y especialmente económica de Europa, después de la gran contienda bélica, provocó que familias enteras buscarán nuevos horizontes donde poder satisfacer sus anhelados deseos de paz y seguridad.
En ese entonces, el Gobierno de Hipólito Irigoyen se había mostrado inquebrantable a su posición de neutralidad ante la contienda bélica mundial.
Durante la presidencia de Máximo Marcelo Torcuato de Alvear, el país pasó por una etapa de prosperidad, sin sucesos externos ni crisis internas que influyeran en la economía del país. Argentina crecía a ojos externos.
Era una etapa de optimismo, de crecimiento y los capitales extranjeros afluían en la Argentina, que además de la estabilidad política, ofrecía sus riquezas naturales y un ámbito de convivencia social propicia para forjar nuevos comienzos.
Las familias que venían de Europa, traían la esperanza de un país donde tendrían asegurada la paz y las garantías individuales, como así también proyectar con trabajo y esfuerzo la estabilidad económica, perseverando intactas sus tradiciones, cultos e incluso idiomas.
Todos estos acontecimientos influían enormemente en el marcado progreso de la provincia de Misiones. Es así que, el 29 de septiembre de 1919, inició la sistematización de la colonización particular dirigida.
Entre los más activos promotores de esta etapa colonizadora se destacó Adolfo Julio Schwelm, un hombre nacido en Franfurk (Alemania) un 29 de septiembre de 1882. Fue el principal responsable y hacedor de promover los valores positivos como el trabajo, el sacrificio y la fe, como pilares fundamentales de las bases de colonización de la actual ciudad.
“Eldorado” es un nombre tomado de una leyenda común entre los conquistadores de América, que aseguraba la existencia de una comarca en estas latitudes llena de tesoros y riquezas.
La ciudad conserva en su esencia los ejes del progreso, el trabajo y la cooperación que la impulsan al crecimiento constante.
Fuente: Daniela Rivas