Fuentes al tanto de la crisis de los comedores escolares, sostienen que hubo un inexplicable atraso en el envío de alimentos y se está dejando de servir alimentos a los niños, muchos de los cuales dependen de la escuela para alimentarse. Las afectadas serían escuelas de Oberá, Alem, Apóstoles y Panambí, entre otras comunas.
Los comedores de las escuelas de Misiones, afectados por el ajuste en educación. Mientras el gobierno provincial aduce que por la crisis económica, una caída en la recaudación producto de la recesión y la falta de envío de recursos nacionales, no pueden ofrecer una recomposición salarial a los docentes, porteros y cocineras de escuelas misioneras, fuentes al tanto de la discusión en la Mesa de Unidad Docente, confiaron a este portal que se están cortando víveres a comedores escolares de la zona centro y sur de Misiones.
Este jueves, en la Mesa de Unidad Docente y en la Mesa de Diálogo Docente, el gobierno educativo provincial (es decir, el CGE y el Ministerio de Educación), dejó en claro que no habrá ninguna recomposición salarial para el sector educativo, situación que también afectó a los comedores escolares. De acuerdo con los últimos datos recopilados por algunos sindicatos, actualmente se está enviando $280 por día y por niño, para los alimentos que se sirven en escuelas de jornada completa (la cifra sería de $140 para las de jornada simple)
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Las partidas no se actualizaron, pero en las últimas semanas, según fuentes consultadas, la situación se agravó porque, además, se habría atrasado el envío de alimentos a comedores de escuelas de Oberá, Alem, Apóstoles y Panambí. “Están dejando de dar de comer en muchísimas escuelas. Y en otras están dando arroz blanco, eso es lo que están comiendo nuestros pibes en estos momentos”, señaló una fuente en estricta reserva, por temor a represalias de directores e inspectores.
De acuerdo con las fuentes, en algunas escuelas de las ciudades mencionadas, sólo se cocina menudos y carcaza de pollo, en guisos o estofados. En otros comedores, sólo se sirve arroz blanco, casi permanentemente. La carne vacuna, hace rato que ya no llega a los comedores y en algunos comedores, se da alimentos de forma salteada, es decir, 2 o 3 veces por semana, cuando deberían ser 5 días a la semana. Y otras escuelas de jornada completa, sólo sirven los desayunos o las meriendas, cuando las cocineras no pueden preparar alimentos por falta de insumos.
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Más allá de los problemas de abastecimiento, que pueden ser de coyuntura, es decir, subsanarse en el tiempo, desde los sectores docentes plantean que se debe rediscutir los montos por chico y por día que se destinan a comedores escolares. Sobre todo si se piensa en mejorar el rendimiento de los estudiantes, especialmente en el nivel primario, con sistemas de tutorías a contra turno.
Es que es un hecho fáctico, fácilmente contrastable, que el bajo rendimiento educativo está correlacionado con la mala o escasa alimentación. Y en un contexto de recesión económica como el que muestran casi todos los indicadores macroeconómicos relacionados a empleo, consumo y niveles de actividad, la demanda de alimentos se torna más acuciante. Especialmente entre los menores de 18 años. De acuerdo con el INDEC, en el primer semestre del año aumentó la pobreza y la indigencia y dos de cada tres menores, son pobres en Argentina.
