El crecimiento desordenado en la localidad y la falta de planificación urbanística son los principales problemas que enfrenta la ciudad, según apuntó el concejal Alejandro Verón. En diálogo con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5, Verón enfatizó que “Iguazú crece hacia la periferia de manera desordenada”, a la par que sostuvo que “el plan regulador aprobado solo “favorece a la especulación inmobiliaria, especialmente en la zona lindante al Parque Nacional Iguazú”.
En este sentido, Verón ahondó en la problemática que, según él, data desde hace más de na década y cuya responsabilidad recae en una gestión deficiente. “Hace 16 años gobierna la misma gestión y te dicen que no hay tiempo para elaborar un plan de desarrollo urbano», subrayó, cuestionando la falta de iniciativas para un desarrollo planificado. Esta situación desembocó en una ocupación irregular de tierras fiscales, especialmente en la zona conocida como las “2.000 hectáreas”, área donada hace más de dos décadas por el ejército argentino. Sin embargo, en ese tiempo no se implementó ningún plan urbanístico que regule el crecimiento de esta región.
En tanto, Verón mencionó que la expansión irregular afecta no solo al ecosistema, sino también a los servicios básicos. “Se avanzaba sobre 100, 200 hectáreas, se iba depredando el monte nativo, se iba por sobre los arroyos”, relató. El arroyo Mbocay, fuente de agua potable para la ciudad, se ve amenazado por esta expansión desordenada.
Sin embargo, la crítica principal de Verón se centró en la especulación inmobiliaria que está tomando lugar en las tierras cercanas al Parque Nacional y otras áreas protegidas. Según él, grandes extensiones de tierra en manos de pocos propietarios están siendo objeto de intereses especulativos. “Regionalizar las 2.000 hectáreas vendría a ser alentar en pocas manos mucha tierra”, dijo, cuestionando el interés económico detrás de la falta de ordenamiento.
A pesar de las promesas de convertir parte de estas tierras en zonas productivas, Verón aseguró que esta propuesta es irreal. “La topografía del lugar no daba para que sea una zona productiva”, explicó, refiriéndose al fallido intento de implementar programas agrícolas como el ProHuerta en una ciudad que, en su opinión, no tiene el perfil adecuado para este tipo de actividades.
“Hoy toda la producción que llega a los hoteles, a los restaurantes, viene por parte del cordón productivo Andresito”, señaló, destacando que Iguazú demanda más servicios turísticos que agrícolas.
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Por otro lado, el concejal también destacó la falta de espacios verdes en la ciudad, una contradicción para un destino que se promociona como un “destino verde”. “Iguazú no posee parques, no posee plazas con arbolado urbano, no tiene arterias principales con una reforestación”, denunció, cuestionando la falta de visión ecológica en la planificación urbana de la ciudad.
El plan regulador, según Verón, no aborda adecuadamente las necesidades reales de Iguazú. Para él, es fundamental un plan estratégico que garantice el ordenamiento territorial de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente. “El plan regulador debería ser un instrumento jurídico que haga que se cumpla la idea de ciudad que propone un plan estratégico o un plan urbano-ambiental resguardando el ecosistema natural”, aseveró.
Por último, Verón subrayó que esta problemática no se limita a Iguazú. “La gran mayoría de los pueblos de Misiones no tienen un lineamiento de crecimiento a futuro, una perspectiva de visión porque carecen de planes estratégicos”, lamentó, a la par que añadió que ciudades como Posadas y Eldorado han avanzado en este sentido, pero Iguazú aún está rezagada, lo que agrava la situación.