Así lo expuso el exdirector del INYM y productor yerbatero Sergio Delapierre, quien se mostró decepcionado con la actitud del oficialismo, de impedir que se deroguen los artículos de la ley que perjudican a los colonos misioneros y recalcó que los bioinsumos que está distribuyendo la provincia, no están aprobados por el Senasa y son inutilizables, por lo que no pueden reemplazar al glifosato y a los fertilizantes químicos.
Este jueves, el bloque oficialista de la Renovación impidió que se vote sobre tablas un proyecto para derogar los artículos 7 y 8 de la ley de promoción de Bioinsumos (Ley VIII – n° 103) como lo reclamaron numerosos productores yerbateros, tealeros y agrícolas en general, que se presentaron ante la Legislatura de Misiones para hacer sentir su reclamo contra la prohibición del uso del glifosato, que entrará en vigencia plena el año próximo.
En diálogo con este portal, el referente agrario y exdirector del Instituto Nacional de la Yerba Mate, Sergio Delapierre brindó detalles de la escandalosa sesión del jueves, donde se impidió el ingreso de los productores al recinto y desafió al gobierno al señalar que el año entrante, “nadie va a prohibir el uso del glifosato” y su reemplazo compulsivo por los bioinsumos que produce la empresa AgroSustentable, los cuales, a su vez, no cuentan con la aprobación del Senasa.
Asimismo, Delapierre hizo una revelación impactante: según confió, el gobierno provincial está repartiendo en forma gratuita los bioinsumos con etiquetas apócrifas y engañosas para mostrar que cuentan con una certificación del Senasa, que en realidad no tienen, según lo confirmó el director del Senasa Manuel Sánchez.
“Estoy muy decepcionado con esa forma de trabajar las leyes y pienso que acá hay dos errores políticos de la renovación. El primero haber hecho una ley de prohibición del glifosato, fue un error total estratégico y político. Hubieran hecho un montón de cosas antes de prohibirlo”, comenzó diciendo Delapierre a este portal, tras la escandalosa sesión del jueves en la Legislatura.
De acuerdo con el exdirector del INYM, el segundo error político del gobierno provincial tiene que ver con la desregulación del mercadeo yerbatero propiciada por el DNU 70/23 que le quitó las facultades de fijar precios de la yerba y cupificar plantaciones. Con precios desregulados, ingreso de hoja verde de Paraguay y Brasil y sobreoferta, la crisis yerbatera está escalando y “va a estallar en cualquier momento. (La reforma del INYM) va a perjudicar a los productores, a los comerciantes y a toda la cadena productiva y comercial, pues todo el mundo depende de eso”, sostuvo.
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“¿Por qué un error? Porque cuando vino (el entonces ministro del interior y ahora jefe de gabinete) Guillermo Francos a hablar con la Renovación (por el apoyo a la Ley Bases del gobierno) no se aprovechó para ponerse firmes y decirle: ‘le damos los votos, le damos todo el apoyo, pero en cambio me dejan el instituto enterito como estaba originalmente’. Ese era el momento. Ahora, ahora ya es tarde. Ahora el Instituto está perdido”, lanzó Delapierre sobre la situación presente del organismo nacional que está acéfalo desde la llegada de Javier Milei a la presidencia de la Nación.
Para Delapierre, “hay una gran improvisación en el Ministerio del Agro, lamentablemente, creo que no está cumpliendo con el rol que debe cumplir, no están defendiendo los intereses (misioneros)”.
En tono crítico a propuestas del expresidente del INYM y hoy diputado provincial Juanjo Szychowski, que este jueves propuso conformar un mercado consignatario de la yerba, Delapierre replicó: “Eso es una idea vieja que la hemos planteado cuando yo era director del INYM y que cayó por tierra porque cuando fuimos al Banco Nación a pedir fondos, nos dijeron ‘ustedes necesitan tanta plata y no podemos poner eso para capturar yerba y que el mercado tenga efecto”. Pero además, Delapierre insistió en que en un escenario de sobreoferta, no se pueden mejorar precios aún con un mercado consignatario.
“Eso no es trabajar para buscar soluciones. Las soluciones son las que hemos pedido el otro día (al gobernador Hugo) Passalacqua, es que nos acompañe a Buenos Aires a hablar con las autoridades, con (el ministro de desregulación Federico) Sturzenegger y con Guillermo Francos, y decirle queremos sí o sí, el instituto y la regulación del precio de la yerba. Y que digan que no, pero que lo digan en Buenos Aires, delante del gobernador, y ahí volveremos y veremos qué hacemos. Esa era la solución”, subrayó.
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Consultado respecto del bloqueo legislativo de la Renovación, para mantener intacta la ley que beneficia a la empresa AgroSustentable, Delapierre, no ahorró críticas. “Esto es el papelón de una política errada. Por eso te manqué dos errores políticos. El papelón de haber hecho la prohibición de glifosato. Es como que vos digas a los productores de yerba que no van a poder utilizar la tijera electrónica o el tractor en la chacra. Es absurdo. ¿Cómo le vas a dejar que combatan las malezas si no tienen el herbicida?”, fustigó.
En tanto, Delapierre aseguró que la Ley VIII – N° 103 perjudica especialmente a los minifundistas, los productores Pyme. “El herbicida lo puede aplicar el mismo productor con una mochilita. Justamente el más perjudicado es el pequeño, el grande pone un tractor y hace pelota todo con la máquina con un solo obrero. Pero el chiquitito (pequeño productor minifundista) podía hacerlo él mismo los fines de semana, ir recorrer los líneas de yerba y quemar el pasto y con eso él iba viviendo”, explicó.
“Entonces, lo que pasó ayer fue no querer dar el brazo a torcer por un falso orgullo porque un diputado desconocido de la oposición presentó un proyecto que ellos jamás iban a aceptar y decirle que tenía razón. Es eso, es capricho, es vergüenza. Por eso ellos (los diputados renovadores) no aprobaron a hacer, porque no le costaba nada”, enfatizó Delapierre, revelando que no dejaron ingresar más que a cuatro de los muchos productores que reclamaban la reforma de la ley de bioinsumos.
“Esa fue la reacción de una cámara mayoritariamente, porque hubo gente que votó a favor nuestro, pero mayoritariamente los diputados verticalizados del oficialismo respondieron como les instruyeron, a estos no les deje pasar, estos son productores, nosotros estamos en otra onda. Y dejaron al sector productivo afuera, fue un cachetazo a la producción, fue horrible, fue simbólicamente algo muy feo. Pero nosotros como el Ave Fénix, resucitamos de las cenizas. Cuanto peor nos quieren hacer las cosas, con más fuerza nos levantamos y decimos, señores productores: nadie les va a prohibir el año que viene el uso del glifosato yo lo digo ahora públicamente y lo defiendo y lo sostengo nadie va a prohibir el glifosato porque eso es algo que no va a ocurrir”, desafió Delapierre.
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En esta línea, el exdirector del INYM reveló que estuvo hablando con dos diputados del oficialismo, que le aseguraron que la prohibición del uso del glifosato no se iba a materializar, así que, se podía mantener la norma, prorrogando su entrada en vigencia plena, pero sin protestas en la calle. “Hablando ayer con dos diputados que no voy a dar los nombres porque no me corresponde deschavarlos porque van a tener un problema con la conducción, me dijeron, y lo pueden contar: ‘Sergio, no hagan quilombo porque esto lo vamos diluyendo en el tiempo, no va a pasar nada, no va a haber prohibición, le vamos a buscar la vuelta, pero así no’”, sostuvo el yerbatero.
Ante esto, Delapierre dejó en claro que los productores, “ciudadanos educados, civilizados, siguiendo la normativa de nuestros representantes, que tenemos derecho a peticionar, a votar y a pedir que saquen el artículo 7, nada más que eso. saquen el artículo 7. Y el resto de la ley de promoción de bien sumos que sigue adelante. No tenemos problemas políticos, no odiamos a ustedes, no odiamos a nadie. Queremos que le dejen al productor la tranquilidad de que va a poder seguir usando el glifosato”, reiteró.
“Como ellos me dijeron que esto va a ir diluyéndose, no hago caso a los argumentos que expusieron ayer para contrarrestar la avanzada del diputado Núñez. Y digo no hay que preocuparse más por el glifosato, nadie lo va a prohibir, porque es una prohibición imposible de cumplir”, sentenció Delapierre exponiendo una estrategia del oficialismo para mantener una norma que va a contramano de lo que se hace en la producción agrícola mundial, pero nunca ponerla en práctica.
En un tramo duro de la entrevista telefónica con este medio, Delapierre contó detalles sobre las deficiencias de los bioinsumos que provee la provincia a través de la empresa AgroSustentable. “Ayer había productores de te y me dijeron, ‘probé el biofertilizante, y tuvo que dejar porque se me empastaban los picos, no fluían los líquidos, son cosas mal hechas.’ No queremos hacerle la guerra a las cosas que intentaron hacer. Yo quisiera eliminar el glifosato para siempre, pero con un producto que sea económicamente viable y efectivo”, aseguró.
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A una semana de la histórica reunión del viernes 28 de junio en Dos de Mayo, donde las entidades de la Mesa de Enlace (CRA, SRA, FAA y Coninagro) y una veintena de asociaciones productivas y forestales de Misiones, se pronunciaron contra la prohibición del glifosato en Misiones, Delapierre dio por tierra con la supuesta eficacia de los bioinsumos de AgroSustentable.
“Algo muy bueno de la reunión de Dos de Mayo, fue que el director del Senasa, Manuel Sánchez, un excelente funcionario que nos dio una explicación muy correcta, totalmente despolitizada, y nos dijo que no conocía que haya ningún tipo de estudio del Senasa (para aprobar los bioinsumos)”, apuntó Delapierre, quien denunció que el gobierno provincial distribuye bioinsumos con etiquetas engañosas “porque no tienen la aprobación de Senasa básicamente.”
“¿Cómo van a repartir (bioinsumos) entre productores, utilizándolos como conejillos de indias? Yo le pedí a la gente de Senasa que me diga si eso es correcto” el sello, de los productos de AgroSustentable, que se está repartiendo. “Preguntándole al Senasa si eso validaba, el producto, (Sánchez) me dijo no, si no tiene el número de registro, que tenga el sello de Senasa no tiene nada que ver. Porque una cosa es que vos inscribas una empresa en el Senasa y otra que vos inscribas el producto específico en Senasa”, detalló el productor sobre la maniobra para hacer pasar como validados, productos que no están aprobados por el Senasa.
Además, Delapierre mencionó a otro productor que utilizó uno de los bioherbicidas y este mató a todas las lombrices necesarias para la composta. “Se generó una pasta, murieron las lombrices. Es algo gravísimo”, consideró.
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“Está bien invertir en investigación, que trabaje la biofábrica, pero no probando en las chacras algo que no está certificado por el Senasa. Podrían invertir en buenas prácticas, con cursos, con capacitaciones en las chacras, con las asociaciones de productores, que digan: ‘muchachos no pongan 250 centímetros por mochila, pongan 100 cm3, ir a cosas lógicas que van a favor de la conservación y la defensa de la salud humana”, alegó Delapierre sobre las intoxicaciones por el mal uso del glifosato.
“Aparte nadie pulveriza la yerba, se pulverizan las malezas. Nos suena a como que se quiso hacer de Misiones la vanguardia de la agroecología. Pero no tenían que haberlo hecho prohibiendo este insumo. Tenían que haber empezado cuidando las reservas, cuidando las grandes deforestaciones, de recursos, que hay en la Ruta 14, (donde) parece que (el Ministerio de) ecología no ve nada. Ahí vos ves todos los cerros pelados. y te caen en las chacras de la ruta 12”, se quejó el productor.
“Hay muchas políticas que se pueden implementar para defender la naturaleza, no prohibiendo el glifosato, que (en Misiones) va a entrar como entran, las ruedas, los neumáticos de Paraguay, como entra el Midex de Brasil, como entra todo lo que vos pidas de la frontera, así va a entrar el glifosato”, vaticinó el exdirector del INYM sobre el problema del contrabando.
En ese escenario de prohibición total del glifosato en Misiones, se va a encarecer la producción, y en lugar de “defender a los negocios que comercializan correctamente el glifosato, vamos a comprar a las mafias que se aprovechan de esos huecos o nichos que hay que van a ganar fortunas. Van a hacer algo prohibido y van a generar la misma contaminación que antes. O sea, no solucionamos nada con prohibir”, insistió Delapierre, añadiendo que “el glifosato a veces viene mezclado con otro producto” que si se aplica al maíz RR, “matás el maíz, matás la soja, matás todo.”
Por último, Delapierre pidió al gobierno que “asesoren a la gente cómo utilizar un producto que, en Europa, tiene una frontera de utilización hasta el año 2035 y los europeos son muy dedicados en esas cosas. Para mí, lo d ayer fue un triunfo de la producción. ¿Por qué? Porque logramos… que reaccionen (los diputados renovadores) pero mal. Fue un papelón. Quedaron expuestos y ese fue el triunfo de la producción. La producción organizada, los productores, las empresas que participan en la producción primaria y secundaria han triunfado ayer”, remató.
