En un contexto económico marcado por incertidumbres y desafíos estructurales, el ingeniero Gerardo Grippo, integrante del Movimiento Industrial Misionero, ofreció un análisis sobre la actualidad del sector y las perspectivas de cara al próximo año.
En diálogo con “RX – Realidad Mixta”, Grippo destacó la relevancia de la infraestructura, la necesidad de un “campo de juego nivelado” para la competencia y la apuesta constante de Misiones por la producción y la industria.
“El Gobierno Nacional recortó los fondos que enviaba a la provincia para obras públicas. Misiones, no sin un gran esfuerzo, sigue adelante con proyectos que son absolutamente necesarios”, afirmó Grippo.
Además, enfatizó que las obras de infraestructura no solo benefician al sector industrial, sino que son cruciales para la vida cotidiana de los misioneros: “hablamos de caminos, hospitales, CAPS, escuelas… Sin estas infraestructuras, no se puede garantizar un desarrollo adecuado ni para la población ni para la industria”.
En junio de este año, el gobernador Hugo Passalacqua firmó un convenio con el jefe de Gabinete Nacional para la financiación de más de 30 obras prioritarias. Sin embargo, la realidad de su ejecución terminó por ser desalentadora. “De esas 30 obras, hasta ahora solo dos han recibido fondos: la travesía urbana y el soterramiento de la avenida Quaranta. El resto quedó en espera, dependiendo exclusivamente de los recursos provinciales”, lamentó Grippo.
De igual manera, el dirigente valoró los esfuerzos realizados por la provincia y los municipios y remarcó que “el Gobierno Provincial, a través de su recaudación, y los gobiernos municipales, con recursos limitados, lograron sostener proyectos de infraestructura. Esto es destacable en un contexto donde las políticas nacionales no han acompañado”.
Energía e infraestructura: la base de la industria
Por otro lado, Grippo fue categórico al señalar que la falta de inversión en infraestructura energética limita el desarrollo industrial. “Sin energía, no podemos desarrollar la industria. Necesitamos obras que permitan un suministro estable y suficiente, con tendidos de líneas de media, baja y alta tensión. La energía es el pilar sobre el que se sostiene cualquier proyecto productivo”, explicó.
Además, recalcó que la conectividad vial también es esencial, indicando que “caminos provinciales y nacionales en buen estado son indispensables para transportar insumos y productos. Estas son inversiones que no pueden postergarse”.
Apertura económica: competir en condiciones desiguales
Una de las mayores preocupaciones del Movimiento Industrial Misionero es la apertura económica que el Gobierno Nacional impulsa. “Podemos estar de acuerdo en competir, incluso en abrir la economía. Pero lo que nos dificulta es no tener las mismas condiciones reales para hacerlo”, destacó Grippo.
A su vez, explicó que en el escenario internacional, países como China, Alemania y Estados Unidos logran competir gracias a políticas que nivelan las condiciones internas: “Ellos manejan el tipo de cambio y los costos de producción de manera estratégica. En cambio, nosotros enfrentamos cargas impositivas elevadas, falta de acceso a energía competitiva y un tipo de cambio que no nos favorece. Eso nos pone en desventaja”.
La eliminación de barreras para la importación de bienes, como la decisión de permitir compras de hasta 3.000 dólares sin restricciones, también genera alarma: “Esto impactará de lleno en la industria local. Si las condiciones no cambian, veremos una menor producción, menos empleo y una caída en la recaudación fiscal”.
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Una capacidad industrial subutilizada
Grippo ofreció un dato revelador sobre la situación industrial: “Hoy la capacidad instalada de las industrias en Argentina está en el 62%. Es decir, de toda la infraestructura que tenemos, solo el 62% está en funcionamiento. Esto es el reflejo de una economía que no opera a pleno rendimiento”.
A esta situación se suma la inflación, que, aunque en niveles más bajos, sigue afectando el poder adquisitivo y el consumo: “Cuando los productos suben de precio y la gente no puede comprar, el consumo baja. Esto impacta directamente en la producción y, en última instancia, en los puestos de trabajo”.
Grippo también abordó el efecto que estas políticas tienen sobre sectores clave de la economía misionera, como el de la yerba mate. “La problemática del IMYN afecta a toda la cadena productiva. Cuando baja la inversión o caen los precios de la producción, todos sentimos el impacto. Menos recursos disponibles significan menos trabajo, y esto afecta a toda la provincia”.
A pesar de los desafíos, Grippo se mostró optimista respecto al futuro del sector industrial en Misiones. “Siempre hay una luz de esperanza. Hemos pasado muchas crisis y siempre salimos adelante. Esto no será la excepción”, expresó.
El ingeniero valoró especialmente el modelo productivo impulsado por Misiones. “Somos producto de este proyecto que se construye todos los días, que apuesta a la producción y al trabajo. Tener un Ministerio de Industria que promueve iniciativas como la robótica, en un contexto de crisis macroeconómica, es algo que no todas las provincias pueden lograr”.
Finalmente, Grippo destacó la importancia de la planificación conjunta entre los sectores productivos y el gobierno provincial: “Quedó una agenda abierta con el gobernador para seguir programando acciones que protejan la capacidad productiva y los empleos. La inversión debe continuar, porque sin ella, el desarrollo será imposible”, concluyó.