La reciente actualización del impuesto inmobiliario en Misiones generó un creciente malestar en el sector productivo de la provincia, especialmente en el ámbito forestal. La medida, implementada por la Agencia Tributaria de Misiones (ATM), incluye incrementos que superan en algunos casos el 1.000%.
El aumento del impuesto inmobiliario, que no se había ajustado en años, golpeó especialmente a las propiedades productivas, las cuales ahora enfrentan una carga tributaria mucho mayor. En este sentido, empresarios del sector forestal, que poseen grandes extensiones de tierra, manifestaron su malestar debido a la falta de criterios claros en los cálculos del impuesto, que parecen depender de una “capacidad de pago” percibida por la ATM, en lugar de estar basados en fórmulas objetivas.
Entre las principales críticas que los empresarios han planteado destacan tres aspectos clave:
- Incrementos desiguales: Muchos contribuyentes señalaron que terrenos similares reciben boletas con aumentos muy diferentes, lo que genera confusión y descontento. Esta falta de uniformidad en los ajustes es vista como una manifestación de arbitrariedad en los cálculos.
- Falta de transparencia: Los empresarios cuestionan los criterios y parámetros utilizados por la ATM para calcular los nuevos montos del impuesto, sospechando que los valores establecidos responden más a estimaciones subjetivas que a criterios objetivos y claros.
- Impacto en el sector forestal: En particular, las grandes extensiones de tierras dedicadas a la actividad forestal fue gravemente afectadas por los aumentos. Esto repercutió en la rentabilidad del sector, que enfrenta costos operativos más altos en un contexto económico ya complicado.
La Confederación Económica de Misiones (CEM), que agrupa a las cámaras empresariales de la provincia, solicitó a la ATM una prórroga en los vencimientos de las boletas, argumentando que los plazos establecidos son demasiado cortos para hacer frente a los aumentos. En respuesta, el organismo provincial accedió a extender el primer vencimiento, del 17 al 31 de enero, dando algo de respiro a los contribuyentes.
A pesar de que el impuesto inmobiliario representa solo el 1% de la recaudación provincial (muy por detrás de Ingresos Brutos, que aporta el 95%, y Sellos, que representa el 4%), algunos economistas lo consideran un tributo progresivo, es decir, que debería gravar más a quienes tienen mayor capacidad económica. Sin embargo, el contexto socioeconómico de Misiones, con una distribución de tierras desordenada que mezcla propiedades urbanas y rurales con familias de bajos recursos, complicó la aplicación de un sistema que sea justo y equitativo.
El Gobierno provincial evalúa, desde hace tiempo, un aumento en la recaudación del impuesto inmobiliario como parte de un plan para reducir los impuestos más regresivos, como Ingresos Brutos. No obstante, el marcado contraste socioeconómico entre las zonas urbanas y rurales de Misiones presenta un obstáculo significativo para implementar cambios sin generar inequidades.
El aumento del impuesto inmobiliario refleja una tensión entre la necesidad de incrementar la recaudación provincial y la obligación de mantener un sistema tributario justo y transparente. Los empresarios, especialmente del sector productivo, exigen reglas claras y equitativas para el cálculo de los tributos, pidiendo que se tenga en cuenta el impacto de estas medidas en la competitividad de las empresas y en la economía productiva de la provincia.
La polémica por la actualización del impuesto inmobiliario en Misiones continúa generando tensiones entre el sector productivo y el Gobierno provincial. Si bien el impuesto no representa una parte significativa de la recaudación, su impacto en las empresas, especialmente en el sector forestal, provocó un fuerte rechazo.
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Fuente: (Plan B Noticias de Misiones)