En la noche del pasado jueves 4 de enero, alrededor de las 22 horas, un voraz incendio arrasó con una residencia ubicada en Picada Guaviroba, El Soberbio. La vivienda, con dimensiones de 9×11 metros, compuesta por una base de material y el resto de madera con techo de chapas de zinc, fue completamente devorada por las llamas.
Según informes locales, el fuego habría comenzado de manera accidental cuando un niño de dos años, hijo del propietario de la vivienda, jugaba con un encendedor. En un desafortunado giro de eventos, un colchón se prendió fuego, desencadenando una rápida propagación del incendio.
A pesar de la magnitud de la tragedia, no se registraron heridos como resultado del incidente. El rápido actuar de los bomberos locales fue crucial para contener y extinguir las llamas, evitando que se propagaran a otras áreas cercanas.
La familia que residía en la casa quedó literalmente con lo puesto, ya que la vivienda sufrió daños materiales totales.