El procurador general del Poder Judicial misionero duró 33 años en el cargo, al que llegó por propuesta del entonces gobernador, Julio César Humada, en 1991. Cumplimentados los requisitos de jubilación, se firmará el decreto de cese y se elegirá un sucesor.
El escrito de la renuncia habría ingresado en las primeras horas de ayer, tras el feriado del primero de mayo por el día internacional del trabajador. En horas de la tarde, el gobernador Hugo Passalacqua firmó la aceptación de la misma mediante el Decreto 810.
Según fuentes judiciales, cumplida esta formalidad, el STJ otorgará al procurador general renunciante todos los días de licencias (vacaciones, no laborables trabajados, etc) que tenga pendiente Piñero. Y luego, la presidente del STJ, Rosanna Pía Venchiarutti, deberá iniciar el proceso de jubilación ante el Instituto de Previsión Social (IPS).
Ese mecanismo evitará que la Provincia deba erogar compensaciones y adicionales en cargos jerárquicos. Un cambio de criterio que se adoptó tras el retiro del ministro del alto Tribunal, Manuel Márquez Palacios.
Trascendió que se podría otorgar al titular del Ministerio Público de la provincia una jubilación por invalidez, producto de una enfermedad crónica que viene afectando su desempeño desde hace varios meses.
Fue esa la razón que lo habría llevado a tomar una larga licencia al frente de la Procuración General de Justicia, tras la feria judicial de verano, debiendo ser subrogado interinamente por el fiscal de la Cámara en lo Civil y Comercial, Flavio Marino Morchio, producto del sorteo que establece el Artículo 106 de la Ley IV – Nº 15 “Orgánica del Poder Judicial” (antes Decreto Ley 1550/82).
Desde hace ya bastante tiempo, Miguel Piñero no venía siendo parte de las actividades protocolares del STJ junto a los ministros del Poder Judicial. En uno de los últimos que se lo vio, fue para un homenaje a magistrados y funcionarios retirados de la Justicia provincial (foto donde aparece primero a la derecha).
La decisión de la conducción judicial provincial fue otorgar por última vez 30 días de licencia a Piñero para que decidiera en ese lapso su futuro. Hecho que ocurrió ayer al presentar la renuncia supeditada a la jubilación.
Banco de suplentes
Al igual que para los ministros del STJ, será el gobernador Hugo Passalacqua quien proponga el pliego de un nuevo Procurador General a la Cámara de Representantes de la Provincia, de acuerdo al Artículo 116 Inciso 10, que lo faculta sin la intervención del Consejo de la Magistratura provincial para la selección del postulante.
Como en un banco de suplentes listos a salir a la cancha a cumplir las órdenes del DT, ya circulan varios posibles nombres para la sucesión. Se mencionaron desde que se comenzó a promover el “refresh” judicial a Víctor Hugo Marinoni, actual secretario administrativo y de superintendencia del STJ; al camarista Carlos Jorge Giménez; al presidente de la Comisión Provincial contra la Tortura, Eduardo Scherer; hasta el ministro de Gobierno de la provincia, Marcelo Pérez.
La intención que ayer circuló en los pasillos de la Legislatura misionera, es no dejar pasar mucho tiempo para la propuesta, dado que el fiscal Morchio debe ser subrogado a su vez por otro fiscal de primera instancia, generando inconvenientes en la tarea cotidiana.
El Artículo 138 de la Constitución misionera establece como requisitos para ser Procurador General, los mismos que los exigidos para ser ministro del Superior Tribunal de Justicia: ser ciudadano nativo o naturalizado con diez años de ejercicio en la ciudadanía; tener título de abogado expedido por Universidad Nacional o extranjera legalmente admitido por la Nación; 30 años de edad y seis en el ejercicio activo de la profesión de abogado o de la magistratura.
En este caso, todos los nombres que se mencionan entre los candidatos a suceder a Miguel Piñero, cumplen con las exigencias.
Una designación de Julio Humada como gobernador
Miguel Ángel Piñero llegó a la jefatura del Ministerio Público provincial hace 33 años, a propuesta del exgobernador Julio César Humada.
Junto a Jorge Galeano, Luis Absi y Emilia Itati Juañuk, entre otros, formaban parte del círculo de confianza del conductor político del partido Justicialista de Misiones, en épocas de un marcado bipartidismo. El entonces joven abogado Piñero llevó los asuntos legales del PJ provincial hasta que accedió a la Justicia misionera mediante los Decretos 1915/1990 y 153/1991 de ratificación.
Según confirmaron fuentes allegadas a Humada, mientras el exmandatario vivió, siguieron manteniendo una relación de amistad con Piñero y se frecuentaban.
En su cargo de procurador, enfrentó a dos fiscales de Estado para su destitución: Alvaro Camaño y Jorge Wickstrom, además de jueces de primera instancia que llegaron a ser enjuiciados.
(Fuente: Primera Edición)