La temporada de panificados navideños llega a Misiones con importantes aumentos sostenidos de los costos en insumos clave. El precio del pan dulce artesanal alcanzó los $20.000 por kilo, con un margen de ganancia mínimo para las panaderías locales. Esto refleja un incremento del 35% respecto al año pasado, cuandoel valor del kilo oscilaba los $12.000.
Entre los principales factores que impactan en el precio, se destaca el alto costo de la energía y el gas. “Cualquier panadería en la provincia, gasta en promedio un 30% de su presupuesto, en energía. Asimismo, otras panaderías del país ya cuentan con gas licuado, nosotros tenemos todo gas envasado”, sostuvo Miguel Krawczuk, Presidente del Centro de Industriales Panaderos de Misiones en diálogo con el programa “El País de la Libertad” de Radio Up 95.
Además, la adquisición de los ingredientes básicos para la elaboración de pan dulce artesanal ha mostrado comportamientos diversos: “Los frutos secos también subieron muchísimo. Sin embargo, la harina bajó estimativamente un 18% en los últimos tres meses”, destacó el entrevistado.
Otra causa que influye en los precios es el método de elaboración. En Misiones, “el pan dulce artesanal se produce sin conservantes, lo que aumenta el costo operativo en comparación con los productos industrializados en escala nacional. Sobre esto, comentó: “un pan dulce de una marca muy conocida a nivel país ya lo elaboran en mayo o junio, y en agosto los mayoristas lo tienen a la venta. Es apto para el consumo, pero tiene mucho conservante”. En contraposición, el proceso artesanal asegura frescura y calidad, aunque implica un precio más elevado.
Además, para adaptarse a la capacidad de consumo de los clientes, las panaderías locales ofrecen productos de diferentes tamaños como estrategia de comercialización: “elaboramos pan dulces de hasta 100 gramos, 200 gramos, medio kilo, 700 gramos y de un kilo. También hay pedidos especiales de 3 o 4 kilos”, explicó.
Balance y expectativas para fin de año
A pesar de los desafíos, las panaderías de Misiones esperan cerrar el año con buenos resultados. “En el verano baja mucho la demanda, porque la gente no consume tantas calorías, tantas harinas, la gente prefiere otras comidas antes que una factura y eso repercute de manera directa”, indicó Krawczuk. En cuanto a la expectativa “estamos con muchas esperanzas de tener un buen fin de año y estamos trabajando para lograr mejoras estrategias de consumo”.
El sector panadero también se muestra comprometido con el bienestar de su personal en esta época del año: “nuestro personal espera con muchas ganas el aguinaldo y esto es sagrado. Por lo tanto, antes de Navidad tratamos de abonarlo para que puedan disfrutar con la familia. Este año el aguinaldo no está en riesgo”. Este panorama contrasta con el año pasado, cuando algunas actividades industriales evaluaron la necesidad de tomar créditos para cumplir con esta obligación.