Como cada 19 de septiembre se celebra hoy el Día del Chamamé en honor al “Taita del Chamamé”, don Tránsito Cocomarola. En su nombre, el chamamé se hizo himno y cada rasguido del ritmo típico litoraleño se hizo carne en todas las generaciones que lo sucedieron y que hoy se congregan en la esquina de Quaranta y la avenida que lleva su nombre en la capital de Misiones.
Como un ritual inmaterial e histórico, hoy desde las 20 se reunirán músicos, seguidores, fanáticos y herederos de la pasión chamamecera en la intersección de la Colectora Quaranta con la avenida que lleva el nombre del músico nacido en San Cosme, Corrientes, un 15 de agosto de 1918.
“El Taita del chamamé” falleció a los 56 años, un 19 de septiembre de 1974 y por ley N° 3278 del poder Ejecutivo de Corrientes se instituyó esa fecha como el Día del Chamamé; aunque en Misiones prendió su llama en cada espíritu que siente hermanado a partir de la sangre guaraní. En diciembre de 2009, a través de la Ley Nacional 26.558 se instituyó el Día Nacional del Chamamé, extendiendo la celebración del recuerdo a todo el país.
Isaura Poli y Pablo Velázquez, importantes comunicadores al servicio de la difusión del ritmo más característico del Litoral, destacaron cada uno a su vez el valor que Cocomarola adquiere en toda la región, y rescataron la figura del Taita, como lo hacen semanalmente en el espacio que revive los sones de la tierra en cada “Chamamecero Sangre Nueva”.
Invitaron a la población a sumarse a la celebración que tendrá lugar como cada año, en torno al monumento erigido en honor al músico, en Quaranta y Cocomarola de Posadas, desde las 20 de hoy martes 19 de septiembre.
Retazos de una vida dedicada al ritmo
Don Mario del Tránsito Cocomarola era hijo de un inmigrante italiano nacido en la Isla de Capri, y una vez en suelo correntino se transformó en dueño de hacienda y campos en en la vecina provincia hermana.
Rememora el blog https://biografias-folklore.blogspot.com/ que a su padre le gustaba mucho la música y solía tocar el acordeón, así que Tránsito Cocomarola se inició con este instrumento desde muy chico (seis o siete años de edad). Aprendió solo, con un acordeón de ocho bajos y 21 botones, al que suelen llamar «verdulera». Se daba maña para sacar alguna polquita…
Tránsito Cocomarola siempre trabajó con la música, hizo de ella su oficio, y a los 13 años ya era músico profesional. Su padre había fallecido un año antes.
Cuando todavía era un adolescente, a los 16 ó 17 años, formó un conjunto llamado el «Trío Cocomarola», que actuaba en bailes familiares. El trío estaba formado por Leónidas López y Rafael Cantero en guitarras, y Tránsito Cocomarola en bandoneón, instrumento que también aprendió a tocar solo. Después estudió música con don Antonio Gianantonio, un correntino radicado en Buenos Aires, con quien estudió durante tres años. Allí se conocieron con Constante Aguer, con quien compondría el chamamé Kilómetro 11, llamado «el himno de Corrientes», aunque curiosamente en un principio fue registrado como polca. Tránsito Cocomarola vivía en Corrientes, aunque residió durante algún tiempo en la Capital Federal.
Actuó con su «Conjunto Cocomarola» por todo el litoral, la provincia del Chaco, el norte de Santa Fe, y otras zonas de la región. El conjunto estaba formado por Roque Librado González en acordeón, Antonio Niz en guitarra, Lisardo Cáceres, Alfredo Reyes e Hipólito Vargas como cantores, y Tránsito Cocomarola en el bandoneón. En realidad, eran un bandoneón, un acordeón, tres guitarras y un contrabajo, porque los cantores acompañaban con guitarra, salvo Cáceres, que tocaba el contrabajo. Todo el repertorio era del litoral: valseados, rasguidos dobles, chamamé, etcétera.
Su labor como compositor también comenzó a temprana edad, pues a los 15 ó 16 años compuso su primera pieza, que fue un chamamé llamado «Laguna Totora», que fue grabado en 1941 ó 42 en «Odeón», pues en esa fecha empezaron a grabar para aquel sello. Ese mismo año en Buenos Aires formó parte del conjunto de Pedro Sánchez, donde tocaba el típico acordeón de ocho bajos y dos hileras, que se adapta más a la interpretación de la música del chamamé…
En una oportunidad en que Tránsito Cocomarola estaba realizando una grabación con el conjunto «Los Hijos de Corrientes», lo escuchó un directivo del sello discográfico y le propuso grabar con su propio nombre. Este fue el origen del legendario «Trío Cocomarola», con el que realizó sus primeras grabaciones como director de su propio conjunto: el 19 de mayo de 1942 grabó sus primeros diez temas en el sello Odeón con acordeón de dos hileras y bandoneón.
En 1952 se incorporó a su conjunto el dúo «Vera-Lucero», integrado por Salvador Miqueri y Eustaquio Vera. Entre 1952 y 1956 grabaron una serie de temas compuestos por Tránsito Cocomarola y Salvador Miqueri que se convierten en grandes éxitos, complementándose el dúo de voces con el toque justo y armonioso del bandoneón de «El Taita del Chamamé». Grabaron 20 temas, y todos fueron éxitos: Rojheyama, Para Ti, Compañera, El Boyero, Zunilda, Chiripá, Retorno, Puente Pexoa, Imploración, Mi selva eterna, Rincón dichoso, entre otros.
Tránsito Cocomarola grabó 124 temas en el sello Odeón y 250 en el sello Phillips. Tiene más de doscientos temas registrados en SADAIC, aunque en un reportaje realizado en 1962, en relación con la repercusión que había tenido su tema Puente Pexoa, le preguntaron:
-¿Cuántas composiciones tiene hasta la fecha?
-¿Usted sabe que ya perdí la cuenta? Pero han de ser más de cincuenta, por lo menos… La que ha tenido más éxito es «Puente Pexoa», un rasguido doble. El rasguido doble -aclara Armando Nelli, coautor del tema- es bastante semejante al acompañamiento del tango de la Guardia Vieja.