Jorge Martínez, mediocampista del equipo nacional de fútbol para sordos, visitó los estudios de Radio Up 95.5 y reflexionó sobre el histórico logro, las dificultades en el entrenamiento y los desafíos únicos de practicar este deporte. “En el fútbol para sordos trabajás el doble, porque tenés que estar atento a todo”, aseguró en diálogo con “El País de la Libertad”.
El pasado mes de octubre, la Selección Argentina de Fútbol para Sordos hizo historia al consagrarse campeona en los Juegos Panamericanos. Jorge Martínez, integrante del equipo, contó cómo vivió esta experiencia única, desde sus inicios en el deporte hasta la coronación. “Es un sueño para mí y para mis compañeros”, afirmó emocionado, luciendo la medalla que resume su esfuerzo y dedicación.
Martínez comenzó su carrera en equipos locales de la liga provincial y se sumó a la Selección en 2023, tras ser convocado por su destacada actuación en un campeonato nacional. “El entrenamiento fue muy duro porque vivimos lejos y los entrenamientos eran en Buenos Aires. Tenía que viajar una semana al mes para poder estar en el plantel oficial”, relató.
Sin embargo, no todo fue fácil: el equipo enfrentó la falta de apoyo económico por parte del gobierno. “El gobierno de las provincias no nos ayudó. Cada jugador tuvo que pagar sus pasajes y gastos. Nos organizamos para conseguir apoyo de clubes y hacer actividades para cubrir los costos del hotel y la comida”, explicó.
El fútbol para sordos tiene particularidades únicas. Los jugadores deben estar en constante comunicación visual con el cuerpo técnico y entre ellos. “Nos manejamos con señas y traductores. Siempre hay que levantar la cabeza para mirar a los compañeros, al técnico y entender el sistema táctico. Es un doble trabajo porque no podés concentrarte solo en la pelota, como en el fútbol de oyentes”, detalló Martínez.
En su posición como mediocampista central, la exigencia es aún mayor. “Juego de cinco, y tengo que estar atento a todo: a lo que pasa adelante, atrás, y al técnico que nos da indicaciones con señas. Todo eso mientras tengo la presión de la marca. Es complicado, pero también es parte del desafío”, confesó.
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La mirada puesta en Tokio 2025
Tras su consagración, la Selección ya planea el próximo objetivo: los Juegos Olímpicos de Sordos en Tokio 2025. “Estamos trabajando en lo que nos faltó en el Panamericano, como mejorar en lo físico y lo táctico. Miramos cómo equipos como Estados Unidos estaban más preparados. Ese es el nivel al que queremos llegar”, adelantó.
Martínez, al igual que sus compañeros, debe equilibrar su vida laboral y familiar con el deporte. “Trabajo todos los días, me dedico a mis hijos, y entreno tanto con el equipo de oyentes en el que juego como con la Selección. Todos hacemos lo mismo: trabajamos, entrenamos y nos hacemos el tiempo”, concluyó.