La mujer tenía 90 años y se encontraba en Estados Unidos, donde se marchó en 1964 tras distintos cuestionamientos al régimen que llevó adelante Fidel.
Juanita Castro, hermana menor de Fidel Castro, falleció este lunes 4 de diciembre en un hospital de Miami. La mujer, que estuvo exiliada de Cuba desde la década de los 60s, tenía 90 años y la noticia fue informada por la periodista María Antonieta Collins.
A través de su cuenta de Instagram, la comunicadora escribió: “Hoy se nos adelantó en el camino de la vida y la muerte Juanita Castro, mujer excepcional, luchadora incansable por la causa de su Cuba que tanto amó”. La mujer siempre tuvo miradas muy distintas con respecto al régimen que llevaron adelante sus hermanos: Fidel y Raúl Castro.
Si bien no informó detalles del motivo de su fallecimiento, pidió “privacidad en este momento tan doloroso”, en nombre de su hermana Emma y su familia. Además, detalló que “no habrá entrevistas y de acuerdo a su voluntad su funeral será privado. Les rogamos sus oraciones por el eterno descanso de su alma”.
Juanita Castro decidió marcharse de la isla en 1964 con destino a México, para luego instalarse en Estados Unidos. Allí se convirtió en empresaria, además de una activa militante contra el régimen de sus hermanos. Tiempo atrás, expresó que enfrentó a quienes en el exilio no perdonaron que sus apellidos fueran Castro Ruz y la “atacaron despiadadamente”.
Cabe recordar que, tras la muerte de Fidel Castro en 2016, expresó que estaban separados por razones políticas por muchos años, aunque el lazo familiar seguía vigente “con mucho dolor” para ella. Cabe recordar que estuvo a favor de la revolución contra Fulgencio Batista, aunque poco después empezó a tener discrepancias con su hermano debido a la persecución política de los opositores.
Los contactos de Juanita Castro con la CIA comenzaron en junio de 1961, durante un viaje a México a visitar a su hermana Emma. Luego adquirió un apartamento en La Habana donde escondió a perseguidos políticos, también ayudó a monjas que fueron expulsadas de la isla.
Tras integrarse al grupo opositor Acción Católica Cubana, en 1964, Raúl Castro le mostró un expediente que contenía todas sus actividades conspirativas y decidió refugiarse en México, según cuenta en sus memorias. Ya exiliada en Miami abrió una farmacia en 1973 que mantuvo hasta diciembre de 2006, cuando vendió su negocio a la cadena minorista CVS.