La polémica advertencia fue lanzada por Kim Yo-jong, la hermana y aliada del líder norcoreano Kim Jong-un, después que el Ejército de Corea del Sur lanzara más de 60 proyectiles en la frontera marítima.
Corea del Norte lanzará un ataque militar de inmediato en respuesta a cualquier provocación, expresó este domingo Kim Yo-jong, hermana y aliada clave del líder Kim Jong-un, mientras se disparaba ráfagas de artillería cerca de su frontera con Corea del Sur por tercer día consecutivo.
Las declaraciones se producen después de que el Ejército de Corea del Sur manifestara que el Norte había disparado el sábado más de 60 proyectiles de artillería cerca de su disputada frontera marítima, tras una descarga similar de más de 200 el día anterior.
Corea del Norte volvió a disparar el domingo unos 90 proyectiles, según el Sur. El Ejército del Norte afirmó que no suponían ninguna amenaza para el Sur, ya que el ejercicio de tiro se realizó en paralelo a la frontera.
«Dejo claro una vez más que el seguro de disparo del Ejército Popular de Corea (KPA) ya había sido quitado», declaró Kim Yo-jong, uno de los miembros más poderosos del régimen de Kim Jong-un, en unas declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias ‘KCNA’.
«Como ya se declaró, KPA lanzará un ataque militar inmediato si el enemigo realiza la más mínima provocación», advirtió nuevamente la hermana y aliada del líder, utilizando el nombre oficial del ejército norcoreano.
Si bien Corea del Sur realizó el viernes sus propios simulacros de fuego en el mar en respuesta a los proyectiles de artillería, la agencia surcoreana ‘Yonhap’ afirmó que no había planes para hacerlo tras los sucesos del sábado.
Los simulacros realizados el viernes a ambos lados de la frontera provocaron advertencias a los residentes de las islas fronterizas surcoreanas para que se resguardaran en refugios antiaéreos, pero no hubo informes de que los proyectiles cruzaran la frontera marítima.
En la declaración, Kim negó los disparos de proyectiles de artillería del sábado y dijo que el Norte había detonado explosivos como táctica de engaño. El Ejército de Corea del Sur rechazó la declaración de Kim calificándola de guerra psicológica de bajo nivel, e instó a Corea del Norte a cesar la actividad militar que eleva la tensión cerca de la frontera.