Según indicaron, el propósito fundamental fue “establecer un espacio de diálogo y colaboración para analizar la realidad local y buscar soluciones concretas”.
La Comisión Diocesana de Justicia y Paz convocó a un encuentro inclusivo entre movimientos sociales, organizaciones barriales y Cáritas, “en un esfuerzo por abordar los desafíos sociales que enfrenta nuestra comunidad”.
Durante la reunión, celebrada en la mañana del pasado sábado, se destacaron las distintas iniciativas llevadas a cabo por cada grupo en aras de promover el bien común en nuestra sociedad.
Además, se compartieron preocupaciones sobre las dificultades significativas que enfrentan los sectores más vulnerables, especialmente en un contexto marcado por el aumento de la pobreza.
Se hizo hincapié en la grave situación generada por la interrupción, desde diciembre del año pasado, del suministro de alimentos a comedores y merenderos, tal como fue señalado por los obispos argentinos en su reciente comunicado.
Dicha medida ha dejado a muchas personas mayores en la angustiante disyuntiva entre comer o destinar sus escasos recursos a otros gastos esenciales. Asimismo, se evidenció el cierre de comedores comunitarios y la falta de políticas públicas dirigidas a la integración de barrios populares, lo que ha agravado la situación de aquellos que ya se encuentran en situación de vulnerabilidad.
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Ante la amenaza de una cultura individualista y excluyente, que desdibuja los lazos solidarios y fraternos de nuestra sociedad, se reafirmó el compromiso de mantener unidos a los sectores más desfavorecidos.
Además, se hizo hincapié en la importancia de preservar y fortalecer la identidad cultural solidaria del pueblo argentino, que se caracteriza por su cercanía y apoyo mutuo ante las adversidades.
En este sentido, se renovó el compromiso de continuar promoviendo encuentros, diálogos y acciones que contribuyan a la construcción de oportunidades para todos, basadas en el respeto y la dignidad humana.
En tanto, se destacó la importancia de trabajar en conjunto para generar condiciones que permitan un desarrollo integral y sostenible para cada individuo, reconociendo la dignidad como un derecho fundamental e inalienable de toda persona.
En momentos de incertidumbre, se invocó la protección y la bendición de Dios sobre nuestro pueblo, especialmente sobre aquellos que sufren y carecen de recursos. Se hizo un llamado a la Virgen de Luján, madre y protectora del pueblo argentino, para que nos acompañe en estos tiempos difíciles y nos infunda fortaleza, alegría y esperanza en el camino hacia un futuro más justo y solidario.
(Con información de Radio Tupambaé)