Desde el siglo XVII, los grandes teóricos políticos avizoraban la necesidad de que exista un periodo estipulado en el cual un presidente o primer ministro deba cumplir su cargo, la razón se sostenía en que un periodo demasiado prolongado en el poder puede corromper a las personas y nublar su juicio a la hora de tomar decisiones. Tal es el caso del presidente Daniel Ortega en Nicaragua.
En el 2006, Daniel Ortega fue electo presidente, siendo candidato del FSLN, Frente Sandinista de Liberación Nacional, que, si bien en sus comienzos supo ser una fuerza revolucionaria, en la década de los 90 supo transformarse en una fuerza partidaria de centro izquierda, con un eje clave, mantener una posición antiestadounidense a toda costa.
El presidente Ortega obtuvo su quinta reelección en el año 2022, y con una mayoría prácticamente absoluta en la Asamblea Nacional (organismo unicameral del poder legislativo) ha logrado hacer y deshacer a su antojo las leyes del país caribeño, que, dicho sea de paso, fue catalogado como el país mas corrupto del caribe. Además de perseguir y proscribir a opositores, el presidente amigo del kirchnerismo ha sido el refugio perfecto de los políticos acusados de corrupción, convirtiéndose en el 2024, el país con mayor cantidad de prófugos de América, una de las modalidades mas utilizadas consiste en nacionalizar a estos personajes ya que de esta manera no pueden ser extraditados.
Como mencionaba mas arriba, en el año 2021 el presidente logró impedir que la oposición participe de las elecciones, arrogándose la potestad de decidir quienes eran “golpistas” o “terroristas”, de esta manera los resultados electorales fueron mas que obvios. Paso a paso, Daniel Ortega se encargó de hacerse con el poder absoluto, con los 3 poderes en sus manos. No conforme con esto último, en las últimas horas envío al congreso (plagado de sandinistas) una reforma constitucional que le permita a su señora esposa y vicepresidente, Rosario Murillo, el mismo poder que él, es decir, que exista la figura de un copresidente. Además de esto, extiende el periodo presidencial a 6 años y en otras clausulas agrega una mayor capacidad de control sobre los poderes legislativo y judicial, y una de las particularidades consiste en agregar la bandera del FSLN como símbolo patrio.
En la historia reciente, en nuestro país existió una pareja presidencial que intentó copiar a su íntimo amigo nicaragüense, hoy en día uno de ellos pasó a mejor vida y la otra ha sido recientemente condenada en 2 instancias por actos ilícitos ligados al poder (para no decir por corrupción). El futuro próximo del país nicaragüense no pinta nada bien, con una pareja obnubilada por el poder, que no tolera voces opositoras y que se ha convertido en un refugio de corruptos y con una notable cantidad de exiliados, pocas chances existen de contar con un futuro prospero y promisorio. Al resto solo nos queda ver y tomar nota de lo que puede suceder cuando un gobernante obtiene el poder absoluto.
Matías Lezcano…