El sector tealero en Misiones, que exporta el 90% de su producción, atraviesa un momento complejo debido a factores económicos y energéticos que afectan su competitividad en el mercado internacional. Johnny Klimiuk, empresario tealero y exportador, compartió en diálogo con “Realidad Mixta” de Radio Up 95.5, cómo se están preparando para la nueva cosecha, mientras enfrentan los desafíos que impone el contexto económico actual.
En este sentido, Klimiuk destacó la importancia de la producción de té en Misiones, explicando que el grueso de su mercadería está destinado a mercados internacionales, principalmente a Estados Unidos.
“Nosotros, la particularidad de Klimiuk Infusiones, estamos trabajando en diez destinos, siempre buscando nuevos nichos”, comentó. Sin embargo, la última cosecha fue especialmente difícil, con una caída en las ventas hacia su principal mercado. “Tuvimos que terminar antes de lo esperado, las ventas fueron cayendo al destino principal”, señaló.
El empresario se mostró optimista de cara a la nueva temporada, que comenzará en octubre, pero mencionó que aún cuentan con stock de la cosecha pasada que no pudieron vender. “Lamentablemente, arrancamos con mercadería del año pasado que no se pudo ubicar”, reconoció.
Uno de los principales problemas que enfrenta el sector es el aumento de los costos, especialmente en energía. «Las tarifas se incrementaron ahora, y el costo en dólares subió bastante», explicó Klimiuk, subrayando la dificultad de trasladar estos incrementos a los precios internacionales.
“El sector tealero es una de las actividades que mayor consumo de energía tiene, y eso nos pega fuerte”, agregó. Detalló que, en 2023, su fábrica pagó entre 23 y 37 millones de pesos mensuales por energía, un costo que, según él, es insostenible financieramente. «El té se produce durante seis o siete meses, pero la energía se paga todo el año», lamentó.
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El empresario también destacó la competencia feroz que enfrentan en el mercado global. «Competimos con grandes productores como Kenia, India, China, que tienen mucha producción de té. Argentina solo representa el 3-4% de la producción mundial», explicó. Esta situación, sumada al aumento de costos, hace que mantener la competitividad sea un desafío.
“Un cliente en Rusia me decía que seguía comprando té vietnamita al mismo precio después de cinco años, mientras que nosotros no pudimos evitar subir el precio por nuestros costos”, compartió Klimiuk, ilustrando cómo la estabilidad en otros países les da una ventaja frente a la volatilidad de los costos en Argentina.
En cuanto a soluciones, Klimiuk mencionó que están buscando apoyo financiero y trabajando con el gobierno provincial para encontrar alivios, como un subsidio del 20% en la tarifa eléctrica. Sin embargo, expresó que la situación sigue siendo insostenible sin un ajuste en el tipo de cambio. “Hoy necesitamos una devaluación, un tipo de cambio más real para poder ser competitivos nuevamente”, afirmó.
El empresario también comentó sobre la situación de la yerba mate, otra industria clave en Misiones. “La recesión y la baja agresiva de los precios hacia el productor de yerba cansada han afectado a toda la región”, señaló, destacando el impacto directo en la economía local.
A pesar de los desafíos, Klimiuk se mostró esperanzado sobre el futuro de la industria tealera y el potencial de seguir expandiéndose a nuevos mercados. Sin embargo, advirtió que para poder competir globalmente, Argentina debe ajustar sus políticas económicas y energéticas.