La actividad tradicional en Posadas es organizada desde hace años por el Instituto Roque González. Este año las donaciones recibidas como dinero y alimentos no perecederos, serán destinadas a la Fundación Guillermo Hayes y a otros 30 hogares carenciados
En el mediodía del caluroso y soleado sábado, cientos de personas se congregaron frente al Instituto Roque González por la calle Colón de Posadas para participar de una nueva edición de la bicicleteada con el lema «solidaridad en acción». Niños, adolescentes y adultos, junto a sus bicicletas aguardaron la largada con mucho entusiasmo. Hasta el momento del inicio de la actividad, se inscribieron más de 3.500 ciclistas.
Durante todo el recorrido hubo varias postas para reponerse con frutas y agua, para no sufrir el calor. El destino de llegada fue la quinta San José Freinademetz, ubicada en el barrio Miguel Lanús, con juegos y concursos para los estudiantes de la institución y sus familias.
Mariela, coordinadora de la Comisión de Padres, contó a medios que esta edición número 24º significó todo un desafío debido al actual contexto económico que se vive en todo el país. «Esta semana se nos presentó un desafío extra con la lluvia, que no sabíamos si salía o no el evento ya es importante que esté el día así como está hoy. Nosotros contamos con la ayuda de todas las familias del colegio que donaron alimentos no perecederos y las empresas que presentamos notas, nos respondieron con donaciones».
Para participar de la bicicleteada, los interesados debían abonar $500 más un alimento no perecedero. Si bien, recién la próxima semana se realizará el conteo general de lo recaudado, se pudieron juntar decenas de kilos de arroz, azúcar, leche, yerba, aceite, fideos, entre otros.
En cuanto al destino de estos alimentos, el padre Juan Rajimon, integrante del equipo de coordinación y representante legal del colegio, comentó que serán donadas a unos 30 hogares de la provincia y específicamente a la Fundación Padre Guillermo Hayes ubicada en la ciudad Oberá. «Tiene tres hogares que atienden alrededor de 64 personas, la gran mayoría con discapacidad y algunas personas ancianas. Son todas carentes de recursos y no tienen familiares que los cuiden. Si sumamos muchos aportes, podemos ayudar con alimentos por lo menos tres meses».
En esta línea, el religioso resaltó la solidaridad de la gente en momentos complicados y la importancia de inculcar esos valores relacionados a la ayuda a los que menos tienen, no solo a la comunidad educativa sino a la sociedad en general.
Asimismo destacaron la ayuda de la comunidad ante contextos complicados: «Cada vez que se necesita la gente colabora mucho, pero en sí en general ahora con la cuestión económica y que hay gente que no le alcanza ni para comer esto es algo muy bueno. Por supuesto que está la provincia y también la solidaridad siempre de los vecinos».
(Fuente: El Territorio)