Tras varios años de violación de los derechos humanos y civiles en el país, luego de la sangrienta Dictadura Militar que manejó de facto y a su antojo los destinos de la Patria entre 1976 y 1983, Raúl Alfonsín se impuso en una elección histórica, convirtiéndose en nuevo presidente constitucional y asumiendo el 10 de diciembre de 1983.
La recuperación del ejercicio democrático significó recobrar el ejercicio de la Constitución, las libertades públicas, el estado de derecho, la tolerancia política y la vigencia de los derechos humanos.
En 1983 la sociedad argentina sentó las bases de un acuerdo que deja afuera la negación y el exterminio del otro como práctica posible. En esa trama de organización, el Estado se consolidó como garante de derechos, un hecho clave pues la democracia se realiza con la dignidad del pueblo.
Cabe recordar que el término “democracia” hace referencia a un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de los ciudadanos a elegir a sus gobernantes.
Es por eso que el Día de la Recuperación de la Democracia tiene como objetivo destacar la significación de este hecho, su preservación y consolidación.