Advierte sobre presiones vía Paraguay de empresas norteamericanas que cuidan sus propios intereses para utilizar la Cuenca del Plata y precarizar al sector. Luciano Orellano, miembro del Foro por la Recuperación del Paraná y del Instituto Soberanía así lo sostiene en el libro que presentará en Misiones “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná”.
La disputa del sistema de navegación troncal de la Cuenca del Plata, más conocido como Hidrovía Paraná-Paraguay, añade otro condimento en la actualidad, al plantearse que las principales bases de la discordia las vienen instalando las empresas de Estados Unidos, haciendo presión vía Paraguay.
En forma paralela, desde Paraguay confían que un arbitraje internacional resolverá todo lo relacionado al cobro de peaje en la hidrovía que conecta puertos fluviales de Bolivia, Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay con el océano Atlántico a lo largo de 3.400 kilómetros de navegación continua.
Mientras tanto desde la Argentina, se sostiene que el peaje en la Hidrovía Paraguay -Paraná se seguirá cobrando. Dicho canon se aplica desde la Administración General de Puertos (AGP) de Argentina que comenzó a cobrar un peaje de 1,47 dólares por tonelada transportada.
En tal sentido, el ministro de transporte de la Nación Diego Giuliano sostuvo que se aplicó el peaje para sostener el gasto que hace Argentina cada año para mantener las vías navegables. Ello tras añadir que en los últimos 13 años, toda la inversión en dragado, balizamiento y otras obras, fue encarada por la Argentina, cuando el mayor uso del río fue de barcazas extranjeras utilizadas para sacar a los puertos los productos exportables.
Medios del Paraguay volvieron a dar cuenta de las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Rubén Ramírez, quien planteó que mediante arbitraje se resolverá el cobro de peaje y que ello estará sujeto a las obras concretadas y con supervisión de los cinco miembros de la región, Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Serían dos reuniones pendientes antes de resolverse el tema mediante arbitraje.
Desde el gobierno argentino se plantea que el costo del dragado y balizamiento ronda los 20 millones de dólares anuales.
Sobre el conflicto en la Hidrovía Paraguay-Paraná, se informó que ya fueron liberados todos los camiones con cargas de gas hacia Paraguay y que además se suspendieron las incautaciones de embarcaciones y las facturaciones del peaje cobrado por la Argentina.
En el marco del conflicto por el cobro de peaje en la Hidrovía, que llegó a un acuerdo provisorio la semana pasada, el embajador de la Argentina en Paraguay, Domingo Peppo, se reunió el jueves con el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Rubén Ramírez, y coincidieron en la “necesidad de mantener el diálogo bilateral, para resolver las diferencias y fortalecer el proceso de integración”.
En un comunicado, precisaron que el encuentro tuvo lugar el último miércoles en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay, en la ciudad de Asunción.
La otra mirada
Luciano Orellano, autor del libro “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná” a ser presentado el 12 de octubre en Posadas, plantea razones muy distintas a los reclamos que ser observan en la superficie y descarta aquella idea de que “Paraguay cuenta con la tercera mayor flota fluvial de embarcaciones a nivel mundial después de Estados Unidos y China”.
El autor del libro sostiene que en tal afirmación “sólo se tiene en cuenta la bandera de conveniencia que han adoptado empresas extranjeras para poder efectuar el transporte de las cargas obteniendo al hacerlo, beneficios impositivos y una completa precarización de las relaciones laborales con el personal embarcado. Es en este sentido es concluyente el dato que afirma que del total de 53 empresas inscriptas con el pabellón paraguayo, sólo seis son realmente empresas de ese país”.
Por ello Orellano sostiene que “se busca contraponer los intereses entre países vecinos, generando una división entre los pueblos, que como veremos, poco tiene que ver con la realidad. No son los intereses soberanos del pueblo paraguayo los que están siendo supuestamente afectados por la medida aplicada por el gobierno nacional. Como veremos a continuación, los mismos sectores que tienen hegemonía en el comercio exterior argentino (dominado por empresas norteamericanas como ADM, Bunge, Cargill, la francesa Dreyfus y la anglosuiza Viterra, y la china Cofco), son los que también poseen hoy gran parte de la flota que abastece desde el río al Complejo Agroexportador nucleado a la vera del Paraná en la zona del gran Rosario”.
Presiones externas
El escritor añade en una nota que “tampoco es casualidad el pedido que hiciera la AmCham, la Cámara de Comercio Paraguayo Americana, que llegó incluso a pedir la intervención al Departamento de Estado y la secretaría de Comercio para que tome medidas para defender sus intereses”.
Añade otro dato: “El presidente de la ‘paraguaya’ Cámara de Armadores es Raúl Valdez, director de logística de la norteamericana ADM, quien es la principal referencia en los medios por el reclamo planteado”.
Sostiene que “frente a un horizonte de guerra de escala global, en donde el control de esta arteria por donde circulan lo principal de las materias primas que abastecen a potencias como China, no es un objetivo más, sino que pasa a ser, una cuestión de estado, pero no de Paraguay, sino de los Estados Unidos y su peso en la región”.
Mediante un gráfico detalla que en toda la hidrovía de referencia operan 3.000 barcazas y 200 remolcadores que utilizan la bandera paraguaya, 47 empresas extranjeras sólo seis del Paraguay.
Allí plantea que el reclamo por el peaje está encabezado por el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym) dirigido por Raúl Valdez, director al mismo tiempo de Logística de la Norteamericana (ADM).
(Fuente: El Territoio)