Según explicó el economista Darío Díaz, dolarizar la economía como propone el candidato presidencial de La Libertad Avanza es inviable porque implicaría un “ajuste brutal”, y que el país logre la misma tasa de productividad que Estados Unidos. El director de metodología del IPEC, propuso reformas para que el Banco Central sea independiente del gobierno de turno –como ocurre en Brasil– y así resolver el problema recurrente del déficit fiscal.
El director de metodología del Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC), Darío Díaz se mostró en contra de los programas de dolarización y de bimonetarismo que se proponen como alternativa para superar la actual crisis económica, caracterizada por la elevada inflación, considerando que la propuesta defendida por el candidato presidencial Javier Milei (La Libertad Avanza) es “inviable” e “insostenible”, al tiempo que no resolverá de por sí el problema estructural de la economía, que es el déficit fiscal y el mal manejo de las cuentas públicas.
En diálogo con el programa “Segunda Página”, el economista remarcó que “dolarizar implica perder tu moneda local, y EEUU ya dijo que no están conformes con eso. Implica reformas estructurales, políticas, sociales y culturales, que serían inviables e insostenibles”, comenzó diciendo el funcionario del IPEC. “En economía se habla de una moneda común en zonas monetarias comunes. Cuando se implementó el euro –por ejemplo– y cada país tuvo que renunciar a su moneda nacional, tuvo que haber un pacto de convergencia de muchas variables económicas”, argumentó.
Así pues, “la dolarización implicaría que deberíamos tener las mismas tasas de productividad de Estados Unidos en nuestro país, tendríamos que tener ciclos económicos bastante similares y también, hay que tener en cuenta, que, durante la gran crisis de las Subprimes (crisis por la burbuja inmobiliaria de EEUU) de 2008 – 2009, similar a la crisis de los años 30’s, en nuestro país, a pesar de tener su propia moneda tuvimos un coletazo: veníamos creciendo todos los años a tasas altas, pero ese año cayó la economía. Entonces (con la dolarización) vamos a quedar expuestos a la volatilidad económica (del mercado) internacional, más allá de lo que hagamos internamente”, explicó Díaz.
Ajuste brutal, caída de salarios y aumento del desempleo
Por otra parte, Díaz insistió en que el programa Milei conlleva a un “ajuste brutal” de las cuentas públicas, difícilmente aplicable en el país. “Cuando se dolariza, las cuentas públicas deben tener superávit fiscal. Venimos de años de déficit fiscal que se financia creando (imprimiendo) dinero, lo que implica un ajuste brutal, no sólo para cubrir los gastos corrientes del Estado, sino que se debe tener un colchón (reservas) para ir pagando la deuda externa”, analizó el economista.
En esta línea, Díaz aclaró que “cuando uno renuncia a la moneda local, la única manera que ingresen dólares al país (que avale el crecimiento) proviene de (cuatro) fuentes”, que son las exportaciones, la inversión extranjera directa, la inversión de los ahorristas locales con depósitos en dólares y el endeudamiento, porque “al dolarizar, el Banco Central no puede crear billetes”. Sin embargo, para aumentar las exportaciones “tendría que haber cambios muy grandes para que Argentina sea competitiva frente al mundo”, precisó Díaz.
Sin fuentes genuinas, “al no haber ingresos de dólares, lo que ocurre es recesión (económica), caída de los salarios y aumento del desempleo”, alertó el economista.
En este sentido, Díaz cuestionó las posturas ortodoxas de algunos de sus colegas que defienden un “modelo teórico sin tener en cuenta la política, sociedad y cultura” y después “se enojan porque los agentes económicos no se comportan como sus modelos predicen, cuando es al revés: tenés que estudiar el comportamiento de la sociedad, la historia y entramado político y ahí, entonces, buscar el modelo económico”, comentó Díaz.
El problema del déficit fiscal y la importancia de dotar de autonomía al Banco Central
Sin olvidar que de los 205 países que existen en el mundo, apenas 7 tienen su economía dolarizada, Díaz aclaró que su rechazo a una dolarización no implica, “continuar con el esquema actual. Necesitamos tener una moneda sana y fuerte y no la tenemos. El Banco Central está quebrado, porque sus pasivos ascienden a los 26 billones y las reservas son negativas. Se pueden implementar reformas para garantizar la independencia del Banco Central (respecto del Poder Ejecutivo), como tienen Paraguay, Bolivia, Chile, Perú y Brasil”, propuso Díaz.
Con una dolarización, “en el corto plazo puede ser que bajen los precios, pero es atarte a una regla tan dura que no va al quid de la cuestión: que es que Argentina, (de sus 213 años de historia) tuvo 183 años de déficit fiscal. El problema es la mala administración de los recursos públicos”, insistió el economista. “Que te ates a un ancla monetaria va a traer consecuencias sociales mucho más graves que las que ya tenemos”, machacó el funcionario.
Un programa económico que implicaría llevar la deuda externa de US$ 300 mil millones a US$ 420 mil millones
En el tramo final de la entrevista, Díaz demostró con números, que la dolarización implicaría agigantar la desmesurada deuda externa que actualmente arrastra el país. “Con las reservas no podemos (dolarizar la economía), pero, en sus activos, el BCRA tiene bonos del Tesoro. Si el Central pide que eso se cobre, el problema es que cuando uno emite un bono a 10 dólares, el mercado puede comprarlo a 2 o 3 dólares, por el riesgo país. Entonces se necesitan 120 mil millones de dólares para conseguir 30 mil millones de dólares”, detalló Díaz.
“La deuda externa es de 300 mil millones y deberías pasar a 420 mil millones para tener fondos frescos por 30 mil millones. Con eso, más algunas reservas, se podría dolarizar según Milei. Pero ¿a qué costo? Te estás endeudando por 120 mil millones de dólares para tener 30 mil millones. Es inviable”, sentenció Díaz.