La comunidad universitaria de Misiones se moviliza en rechazo al ajuste presupuestario que afecta a las casas de estudio.
Lucas Ruiz Moreno, estudiante y uno de los impulsores de la protesta, dialogó con “RX – Realidad Mixta” de Radio Up 95.5 y alertó sobre la difícil situación que atraviesan los alumnos. “La deserción en la matrícula de ingreso llegó en algunas carreras a un techo del 60%”, sostuvo.
Según detalló, en la Facultad de Humanidades, donde antes se inscribían más de 200 personas, hoy la cifra se redujo a solo 60 o 70 alumnos. Además, “la deserción dentro de las carreras alcanzó niveles del 40%”, lo que evidencia un fuerte impacto en la continuidad educativa.
Condiciones de estudio y falta de apoyo
Ruiz Moreno atribuyó esta crisis a la reducción del presupuesto universitario y a la falta de políticas concretas para sostener a los estudiantes. “Nosotros creemos que la única forma de enfrentarlo es luchar por mayor presupuesto, por mejores condiciones de estudio y por más becas”, enfatizó.
Desde el movimiento estudiantil acusan a las autoridades de no acompañar la protesta. “Las autoridades siempre estuvieron más cerca de Milei que de la lucha. Siempre fueron cómplices del ajuste universitario”, denunció Ruiz Moreno.
Un ejemplo de esta falta de apoyo es la reducción de los comedores universitarios. “La única facultad que mantiene el comedor es Humanidades. En Económicas lo arancelaron, y en Enfermería y Exactas ya no existe”, explicó. Además, advirtió que el acceso al servicio en Humanidades se vio restringido: “Antes, ser alumno regular bastaba para acceder. Ahora nos piden una serie de requisitos, como declarar nuestro registro de monotributista o el salario de nuestros padres”.
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El impacto en la vida estudiantil
La falta de acceso a comedores y becas empuja a muchos estudiantes a trabajar, lo que repercute en su desempeño académico. “Antes accedíamos al comedor, ahora tenemos que salir a trabajar para llenar la olla”, señaló Ruiz Moreno, y agregó que la mayoría de los alumnos que viven en albergues universitarios están en esta situación.
Esta realidad los obliga a reducir la cantidad de materias que cursan. “Cursan la mitad de lo que deberían, y ese es el primer paso al abandono total”, advirtió.
Otro factor que complica la continuidad académica es la falta de horarios flexibles. “Peleamos por la doble franja horaria para que podamos cursar a la mañana, a la tarde o a la noche. Pero la facultad desconoce esta necesidad del estudiantado”, sostuvo.
La crisis ya se refleja en la caída de inscripciones en algunas carreras. “Hay carreras que tienen siete inscriptos. Cuando no haya más inscriptos, van a cerrar”, alertó Ruiz Moreno.
Ante este panorama, el estudiante fue contundente: “Estamos ante un problema sumamente grave y tenemos que tomar el toro por las astas. No nos queda otra que salir a pelear”.