Los accidentes viales en Argentina se establecieron como una verdadera epidemia durante el último tiempo. Con un promedio de entre 8 y 20 muertes diarias en las rutas y calles del país, el panorama refleja una problemática que va más allá de la educación vial y requiere un enfoque sistémico.
Guillermo Pacharoni, abogado y presidente de la fundación Visión 0, especializado en normas de seguridad vial, dialogó con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5 y advirtió que la situación está marcada por la falta de control y prevención. “Hoy la seguridad vial en Argentina se rige por la suerte”, sostuvo con contundencia. “Tenemos mala suerte y se nos mueren 20 personas en un día, buena suerte y se nos mueren 8 o 10 personas por día”.
El problema, según Pacharoni, es estructural y no responde a patrones de seguridad diseñados para reducir la siniestralidad. “Incluso, por la forma en que conducimos los argentinos, a mí me sorprende que no haya más muertos. Creo que debe haber una virgen o alguien protegiéndonos”, señaló con ironía.
Un sistema fallido
Desde hace años, se repite que la solución pasa por la educación vial. Sin embargo, Pacharoni fue tajante al desmentir esta idea. “Ningún país del mundo ha mejorado su índice de siniestralidad solo con educación vial. Lo que ha mejorado es con los conceptos sistémicos”, explica. En este sentido, enfatiza que el objetivo de la seguridad vial es simple y claro: “El único objetivo de la seguridad vial es que la gente no se muera”.
Los expertos en seguridad vial sostienen que hay cuatro áreas fundamentales para abordar la problemática: la emisión de licencias de conducir, la fiscalización y control, la seguridad de los vehículos y la infraestructura. “Toda persona que conduce está habilitada, pero en Argentina le damos la licencia a cualquiera”, señaló el abogado. “Tenemos que exigir que haya autoescuelas obligatorias y un sistema de carnet por puntos”.
Vehículos inseguros y un Estado ausente
La falta de regulaciones y controles eficientes por parte del Estado también contribuye a la alta siniestralidad. Un ejemplo de ello es la diferencia en los niveles de seguridad entre los vehículos vendidos en Argentina y en otros países de la región. “La misma empresa nos hace autos inseguros”, denunció Pacharoni. “El mismo auto, de la misma marca y modelo, comprado en Argentina o en Chile, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte”.
A pesar de que el 70% del costo de un vehículo en Argentina corresponde a impuestos, la seguridad sigue siendo un aspecto relegado. “Las empresas automotrices son parte del problema, cuando podrían ser parte de la solución”, criticó. “Es como querer trabajar con las tabacaleras para reducir el consumo de tabaco”.
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“El que termina matando es el varón”
Uno de los aspectos menos discutidos de la siniestralidad vial es el factor de género. Según Pacharoni, el comportamiento masculino en la conducción es un problema central. “El que termina matando es el varón”, afirmó. “De 10 personas fallecidas, 8,4 son varones. El 95 o 96% de los homicidas viales son varones. Los que corren picadas son varones. Los que exceden la velocidad son varones”.
Para el especialista, esto responde a patrones culturales y sociales arraigados. “Los varones somos más estúpidos y nos ponemos en riesgos innecesarios. De chiquitos jugamos a ser pilotos, y después trasladamos esa actitud a la vida real”. En contraposición, las mujeres tienen una mayor percepción del riesgo y generan menos situaciones peligrosas. “Manejar y conducir son cosas muy diferentes”, aclaró. “Manejar tiene que ver con la pericia, pero conducir tiene que ver con la interacción con el medio ambiente y la generación de riesgo. Y la mujer conduce mejor que el hombre porque genera menos riesgo”.
¿Cómo revertir la crisis vial?
Para reducir la cantidad de muertes en las rutas, Pacharoni propuso fortalecer la infraestructura con elementos de seguridad como barreras laterales, autopistas mejor diseñadas y la implementación de más rotondas en lugar de semáforos. “En la rotonda la gente choca, pero no se muere”, explica. “Lo que realmente importa es evitar las muertes, no evitar que los autos choquen”.
Por otro lado, planteó la necesidad de un cambio de mentalidad respecto a la percepción del riesgo. “El problema no son las causas, sino las consecuencias”, aseguró. “Si me dicen que el problema es manejar alcoholizado o sin casco, yo no lo percibo como un problema real. Pero el problema es que, sin darme cuenta, puedo terminar matando a alguien”.
La crisis vial en Argentina es un problema grave y urgente, con consecuencias devastadoras para miles de familias. Mientras el debate siga centrado en soluciones parciales, las muertes seguirán acumulándose en las estadísticas. Y, como advirtió Pacharoni, esas cifras no son solo números: “Son personas que pierden la vida, madres que quedan detenidas en el tiempo y familias que nunca vuelven a ser las mismas”.
Te dejamos la entrevista completa: