La seguridad vial en Argentina sigue siendo una asignatura pendiente. A pesar de las leyes implementadas y las mejoras en la infraestructura, los accidentes fatales continúan siendo una constante en las rutas del país.
Para el Dr. Osvaldo Aymo, médico pediatra y experto en gestión y dirección de seguridad vial, el problema radica en la falta de un enfoque integral. “Este es un problema muy complejo, muy complejo. El problema de Argentina es que nosotros pensamos enfrentar un problema complejo con una solución simple. Y eso es, evidentemente, muy difícil”, afirmó en diálogo con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5.
Aymo, con más de 30 años de experiencia en la temática, explicó que las estrategias aplicadas hasta el momento no han dado los resultados esperados. “Dijimos que con la Ley de Alcohol Cero íbamos a enfrentar este horror. Y resulta ser que la Ley de Alcohol Cero no dio resultado en ningún país del mundo”, sostuvo. Según el especialista, esta no es la única medida fallida. También se apostó por mejorar el estado de las rutas, pero eso no ha sido suficiente: “Vos tenés autopistas como la Rosario-Santa Fe, la Rosario-Córdoba o la Rosario-Buenos Aires, que son escenario de dantescos accidentes viales”.
Uno de los principales factores que agravan la situación es la falta de transporte público eficiente y seguro, lo que obliga a los ciudadanos a depender casi exclusivamente de los automóviles. “En Argentina no existe transporte público de pasajeros de calidad, puntual y eficiente. Además, nos tenemos que hacer cargo como país de que destruimos el ferrocarril como sistema de transporte alternativo, y toda la carga viaja por camiones”, explicó Aymo.
El especialista detalló que en zonas como San Lorenzo y Puerto San Martín, donde confluyen numerosos accesos a los puertos del río Paraná, el tránsito de camiones alcanza cifras alarmantes. “En época de cosecha, empiezan a entrar a los puertos 14.000 camiones de carga por día”, describió.
Soluciones basadas en evidencia científica
Aymo destacó que en 2009 se publicó un estudio global sobre seguridad vial basado en evidencia científica, que arrojó tres conclusiones clave:
- Las medidas más efectivas para reducir muertes en el tránsito son el diseño y la innovación tecnológica de las rutas y los vehículos, ya que no dependen de la voluntad del conductor.
- La legislación, el control y la sanción son efectivas, pero en menor medida, porque dependen del comportamiento humano.
- La educación vial es la menos efectiva de todas.
Sobre este último punto, el especialista cuestionó la conducta de los conductores argentinos: “El argentino es anómico. ¿Y qué es la anomia? Es cuando denostás las normas. No se cumplen las normas, a pesar de que las conocemos”.
Para Aymo, una de las soluciones más urgentes es el desarrollo de infraestructura que minimice el impacto del error humano. “El 51% de los accidentes en las rutas argentinas son choques de frente. Un choque frontal es un certificado a la muerte”, sentenció. Como ejemplo, citó el modelo de rutas “2+1” implementado en Europa: “Se colocó una barrera física que impide adelantamientos indebidos. En Suecia, con 4.700 kilómetros de estas rutas, lograron reducir a cero las muertes por choques frontales”.
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“Nos encanta que nos vendan humo”
El Dr. Aymo también criticó duramente la forma en que se diseñan y aplican las leyes en Argentina. “Nos encanta que nos vendan humo”, dijo en referencia a medidas como la Ley de Alcohol Cero y la licencia de conducir por puntos. “Nosotros en la provincia de Santa Fe detuvimos a un conductor alcoholizado y le sacamos la licencia. Un mes y medio después, lo volvimos a encontrar conduciendo, pero con un carné de Córdoba”, relató.
Además, hizo hincapié en el caos legislativo que afecta la seguridad vial: “Tenemos un mosaico legal. Cada provincia tiene su propia ley de tránsito y, en algunas como Córdoba, incluso cada municipio otorga licencias de conducir diferentes”.
Para el experto, la clave está en adoptar medidas que vayan más allá del cortoplacismo y convertir la seguridad vial en una política de Estado, tal como lo han hecho países como Suecia. “No puede ser que cada cuatro años estemos cambiando la política. Suecia, que es el país líder en seguridad vial, tiene un programa ininterrumpido desde hace 67 años”, señaló.
Otra medida fundamental, según Aymo, sería profesionalizar a quienes ocupan cargos de responsabilidad en materia de tránsito. “Obliguen a que las personas que están al frente de la seguridad vial en Argentina sean idóneas. Mirá lo que estoy pidiendo, ¿no?”, concluyó con ironía.