El operativo de rescate del mono caí se llevó a cabo en la Aldea Perutí, sobre la Ruta Nacional N° 12, luego de recibir información sobre la posible venta del primate.
Un valioso rescate de vida silvestre tuvo lugar en la localidad de El Alcázar, donde efectivos de la División Defensa del Medio Ambiente de San Vicente, en colaboración con el Centro de Rescate Ohana, lograron salvar a un mono caí (Sapajus nigritus) que estaba a punto de ser comercializado de manera ilegal.
El operativo se llevó a cabo en la Aldea Perutí, sobre la Ruta Nacional N° 12, luego de recibir información sobre la posible venta del primate. Al llegar al lugar, los agentes identificaron a una mujer de 20 años que tenía al mono bajo su custodia y, según su testimonio, tenía la intención de venderlo.
El mono, un ejemplar de pelaje marrón, no presentaba heridas visibles, pero se encontraba en un estado de salud comprometido, mostrando signos de desnutrición moderada. De inmediato, siguiendo los protocolos de bioseguridad establecidos para la protección de los animales y el personal, el primate fue trasladado al Centro de Rescate Ohana.
Una vez en el centro, el mono caí recibirá atención veterinaria especializada y permanecerá en cuarentena para prevenir cualquier posible enfermedad contagiosa. Durante este tiempo, los profesionales evaluarán su condición física y psicológica antes de tomar una decisión sobre su posible reinserción en su hábitat natural.
Este rescate pone de manifiesto la importancia de la protección de la fauna silvestre y la urgente necesidad de combatir el tráfico ilegal de especies, que pone en riesgo la biodiversidad y bienestar de los animales. Afortunadamente, gracias a la acción rápida de las autoridades y las organizaciones involucradas, este mono caí podrá tener una oportunidad de recuperación y, con suerte, regresar a su entorno natural donde pueda vivir libremente.
El tráfico de animales silvestres es un delito que afecta gravemente a muchas especies, y este rescate subraya la constante labor que se realiza para frenar esta práctica y garantizar la protección de los seres vivos en su entorno.
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Fuente: (Eldópolis)
