En Misiones, cómo en diferentes puntos de la región, el mosquito Aedes aegipti generó estragos en el verano con los contagios de dengue. Fiebre alta, malestares y dolores corporales, poco apetito y más de 10 días de síntomas con un solo remedio como protagonista: el paracetamol.
A pesar de los cuidados excesivos, la limpieza de los patios de manera diaria, y la utilización casi las 24 horas de repelentes, espirales, los contagios de dengue siguen creciendo en Posadas, afectando a niños, adultos y ancianos. Los síntomas los sabemos casi de memoria, pero sin embargo aparecen y afectan de manera diferente a cada uno.
Un dolor de cabeza detrás de los ojos que se siente diferente y que quienes lo sufren pueden describirlo como algo que atonta o marea, generando la sensación de molestia en los ojos, que ni la oscuridad parecen disminuirlo. La cabeza como presionada y con una sensación horrible. Este suele ser el primer síntoma en aparecer y uno de los últimos en desaparecer.
Fiebre de más de 39º que asusta, y que genera un frio que asusta aún más teniendo en cuenta que afuera la temperatura de la ciudad puede superar los 44º de sensación térmica. Algunos recomiendan duchas de agua fría, pero muchas veces eso hace que la fiebre corporal suba más. Las duchas de agua tibia, generan la sensación de alivio que no dura más de media hora y la fiebre vuelve a afectar a todo el cuerpo, generando chucho y dolores corporales. En los niños, esto puede generar convulsiones, un síntoma que preocupa a adultos sanos, que ante la desesperación recurren a los paños húmedos como si eso fuera a solucionar algo.
Otro síntoma característico de la enfermedad transmitida por el mosquito son los dolores musculares, primero en la espalda, luego en el pecho como si algo presionara con fuerza, después llegan los dolores en la zona de los riñones y la sensación de que los órganos se retuercen generando dolor inaguantable. Por último, el dolor se adueña de las extremidades como piernas o brazos, combinados imposible de aguantar.
Falta de apetito, se repite en cada uno de los que tuvieron la enfermedad, pero la necesidad de alimentarse para que el virus desaparezca pronto hace que los enfermos ingieran algo “aún sin hambre”. La solución común a todos, cuidar la hidratación del cuerpo, agua mineral, o sales rehidratantes para adultos, bebidas como Gatorade diluida al 50% o bien jugos naturales, la respuesta del organismo, retorcijones y una vez más nauseas o vómitos.
Muchos para cuidar la hidratación recurren a recetas caseras como el “té de hojas de mamón” pese a que los médicos no lo recomiendan y tiene una sensación de amargor tan fuerte, que produce nauseas y también, una media solución que en algunos tiene efectos positivos, y en otros solo la sensación de confiar en las recetas de las abuelas.
El dengue no es un chiste, no es un día, no son dos días, los síntomas pueden permanecer en el organismo hasta más de 10 días. A cada uno afecta de manera diferente, el orden de aparición de los síntomas tampoco es igual en todas las personas.
Un síntoma que no todos tienen, pero si que todos conocen, es el sarpullido o las manchas rojas en diferentes partes del cuerpo, en los niños aparecen automáticamente con la fiebre, en algunos adultos aparecen y desaparecen sin generar mayores inconvenientes, en otros produce picazón o dolor, algunos suelen tenerlo con un aguita como si se tratará de ampollas de quemadura. La sensación siempre es la misma, ardor y la piel caliente como si el virus se quisiera adueñar de cada uno de los sentidos.
Un dolor que se convierte en «me duele todo, todo el tiempo» y que es diferente a los dolores corporales producidos por una gripe, o incluso por el COVID-19. El temor de que esos dolores no desaparezcan, aún sabiendo que la sensación de alivio te permite dormir una o dos horas y nuevamente los dolores que se convierten en calambres, retorcijones o un malestar generalizado.
“Amigarse con el virus y tratar de aguantar los dolores” una frase que suelen decir los médicos ante la consulta y la desesperación de los pacientes, que ante tal malestar pierden la paciencia y esto eleva el stress y acelera la aparición de nuevos síntomas.
El consejo que se repiten los contagiados, la paciencia y el reposo, intentar descansar, dejar que el cuerpo duela y sane solo con la presencia del paracetamol que cada 6 horas genera un poco de alivio y ayuda a descansar al menos un rato, mientras el cuerpo sigue batallando. Las duchas de agua tibia cada tres horas, suelen generar la sensación de alivio pero es solo una sensación.
El consejo para todos, la empatía como bandera, limpiar los patios, eliminar los criaderos de mosquitos y el uso de repelentes, mosquiteros. El “dengue” un enemigo conocido por casi todos los hogares de Misiones, que por más de que son fumigados, si la tarea y el compromiso no es personal y diario se convertirá en un habitante diario que ya se cobró la vida de varios misioneros y sigue haciendo doler a muchos otros.
Misiones, una provincia que lastimosamente, sigue con mayores contagios semana a semana y que sigue sin embargo escondiendo los casos. Un lugar en el que todos conocemos los síntomas de la enfermedad, y que incluso cientos de personas deciden no ir al médico porque esperar con los síntomas en los centros de salud, solo hace que el dolor sea aún más grande.
Buena suerte si aparecen los síntomas y que el «dengue» te trate lo mejor posible, para que al sentirte mejor, puedas salir a recorrer el patio y eliminar los criaderos de mosquitos, porque si te cuidas, nos cuidas a todos.