Es lo que le costará un micro de ida y vuelta desde Wanda a Posadas, a la emprendedora Roxana Belmonte, quien exige desde hace 3 años, que la empresa provincial cumpla con un acuerdo de electrificación rural y preste el servicio en la zona de Solares del Tapicuá. En la Dirección que preside el renovador Alejandro Garzón Maceda no le ofrecieron asistir de forma remota, por lo que Belmonte deberá acudir al menos dos veces al organismo, para las audiencias de mediación.
El conflicto entre los vecinos de la zona de Solares de Tupicuá y la empresa Energía de Misiones SA, que tomó estado público por el reclamo de la emprendedora Roxana Belmonte, dejó expuesta a la gestión del renovador Alejandro Garzón Maceda, que preside la Dirección provincial de Defensa al Consumidor y estaría “obstaculizando” el planteo de la mujer por el incumplimiento de un acuerdo de electrificación rural que fuera firmado en 2014, es decir, hace una década.
Según confió Belmonte a este medio, habiendo hecha público su caso a través de una carta, se presentó en Defensa al Consumidor en Posadas, con toda la documental que demuestra que EMSA está incumpliendo con el derecho constitucional al acceso a servicios básicos. Pero en el organismo que preside el renovador Garzón Maceda, le exigen que viaje al menos dos veces para no archivar el expediente: primero deberá presentarse para aceptar la audiencia de conciliación y luego para participar de la misma, a la que EMSA puede negarse a acudir.
Belmonte ya envió cartas documento contra EMSA por el incumplimiento de las obras de electrificación rural en la zona donde adquirió un lote en 2021, y continúa con su lucha para que la empresa provincial de energía le provea de servicio eléctrico en el lote donde la mujer proyectaba iniciar un emprendimiento turístico. En ese marco, la emprendedora acudió a Defensa al Consumidor, con la esperanza de que intimen a la empresa provincial de energía.
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“El pasado 26 de marzo me presenté ante la oficina de Defensa al Consumidor en Posadas, con toda la documentación y planteé este reclamo presentando” un escrito con un petitorio, y “en un par de días más tengo que llamar a ese número de teléfono para que me den fecha de audiencia y el número de expedientes”, confió Belmonte al portal www.radioup.com.ar.
A continuación, contó Belmonte, tendrá que presentarse nuevamente para aceptar la audiencia de conciliación con EMSA. “Y con posterioridad tendré que volver a presentarme en Posadas, en Defensa del Consumidor, para asistir a la audiencia. Esto no es otra cosa que obstáculos que se le imponen al ciudadano o al residente misionero que desea efectuar legítimamente reclamos”, consideró Belmonte, apuntando a una estrategia dilatoria de Defensa al Consumidor, blindando a EMSA.
Para efectuar un reclamo contra EMSA en Defensa al Consumidor, “uno tiene que morir, entre comillas, ante la oficina que se encuentra en Posadas. En mi caso, que resido en Wanda, implica un despilfarro de dinero con el que no cuento. Porque el micro a Posadas. me cuesta solo de ida $18.500. Obviamente, si le sumamos la vuelta, por cada viaje a Posadas tengo $37.000. Solo para ejercer o pretender ejercer mis derechos, para pretender ser escuchada”, fustigó Belmonte.
“Estos obstáculos, estos impedimentos que se le ponen al misionero constantemente no tienen otra finalidad que hacerlo desistir (de sus reclamos a EMSA). Por eso esta es otra de las situaciones que hay que afrontar. El que existan reparticiones cercanas al domicilio de los misioneros que les permitan hacer sus reclamos de manera más eficiente y práctica, sin que él mismo tenga que incurrir en altos costos para poder defenderse”, reflexionó Belmonte, quien aseguró a este medio, que otros usuarios de todo Misiones, se están interesando por su reclamo.
Repreguntada sobre si le ofrecieron la opción de participar de la audiencia de manera remota, por la plataforma Zoom u otras similares, Belmonte remarcó que carece de conectividad en Wanda. “Ante la falta de energía eléctrica, carezco de Wi-Fi y mi conexión a Internet se debe a un paquete de datos de (una empresa) Por lo que participar de una audiencia por Zoom, por ejemplo, implica el consumo total de mi crédito de internet. Es decir, es un costo muy elevado para mí y no podría participar”, detalló Belmonte.
“La ironía de todo esto es que, si yo no me presento a aceptar la fecha de audiencia en una próxima instancia, cuando me la otorguen, el expediente se archiva (en la Dirección de Defensa al Consumidor) Directamente, no le dan curso. Así que, obviamente, me obligan a tener que ir a aceptar. Verdaderamente es lapidario para el usuario que está reclamando precisamente una necesidad”, cuestionó Belmonte.
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Con respecto al estado de su reclamo por la falta de electricidad en su cabaña construida en Solares de Tapicuá, Belmonte insistió en que el proceso, recién comienza. “Dicen que el que avisa no traiciona. En las dos cartas documento que remití a EMSa Central, les advertí que de no hacer lugar a mis reclamos, que por cierto están basados en mis derechos inalienables, derechos constitucionales, haría público mi caso y lo haría extensivo a los medios nacionales e internacionales”, desafió Belmonte.
“No soy mujer de palabra ociosa. Hago lo que digo, cumplo mi palabra. Por eso considero que esto recién empieza. Se están develando muchos asuntos que estaban escondidos. Tal vez estos tres años de penurias por los que he atravesado han sido un detonante en una sociedad misionera que se siente identificada con mi caso de una u otra manera. No solo por la falta de acceso a este derecho a la energía eléctrica, sino también por el deficiente servicio que la empresa Emsa brinda, puesto que no realiza inversiones”, puntualizó Belmonte.
“Todas las instalaciones eléctricas son precarias, lo que produce drásticas caídas de tensión que perjudican seriamente la vida cotidiana de los misioneros, que queman electrodomésticos, incendian viviendas por cortocircuitos”, apuntó Belmonte, quien añadió que le están llegando denuncias de muchos casos similares, con usuarios que le revelan su situación de conflicto con EMSA.
En este sentido, Belmonte volvió a apuntar contra el exconcejal renovador y jefe de la Delegación de EMSA en Wanda, Marcial Vera, a quien ya había señalado por su responsabilidad en el incumplimiento del acuerdo de electrificación rural para la zona. “Marcial Vera es de temer. Entiendo que se muestra muy carismático, pero su personalidad causa asombro al escuchar los relatos que comenta la gente. Creo que es el momento en que todo esto salga a la luz”, sentenció.
