El aumento en el tiempo frente a dispositivos electrónicos plantea inquietudes sobre el bienestar infantil y el desarrollo saludable.
En un mundo cada vez más digitalizado, los niños están pasando más tiempo que nunca frente a pantallas de dispositivos electrónicos, lo que generó crecientes preocupaciones entre padres, educadores y expertos en salud infantil. El acceso constante a teléfonos móviles, tabletas, computadoras y videojuegos está planteando interrogantes sobre los efectos a largo plazo en la salud física y mental de los niños. Para informar sobre el tema, desde nuestro programa matutino, Primera Vuelta por RadioUp, surgieron diferentes entrevistas a varias profesionales para arrojar luz sobre los mitos y verdades de este preocupante tópico.
La licenciada en Ciencias de la Educación, Nancy Gómez, reveló las consecuencias del tiempo excesivo frente a las pantallas en niños y brindó recomendaciones para una crianza equilibrada.
Gómez explicó que estos dispositivos estimulan el cerebro a través de tres elementos clave: la luz, el movimiento y el sonido. Estos estímulos, presentes desde el nacimiento, pueden influir en el desarrollo evolutivo del cerebro de los niños.
Uno de los principales problemas que surgen del uso excesivo de pantallas es el retraso en el desarrollo social. Gómez señaló que “cuando los niños pasan mucho tiempo frente a pantallas, se pierde la oportunidad de interactuar cara a cara con otros niños y adultos, lo que puede afectar la adquisición de habilidades sociales y, especialmente, la empatía, una habilidad fundamental para vivir en sociedad”.
Además, se observan dificultades en el aprendizaje. La sobreexposición a dispositivos electrónicos puede disminuir el interés y la motivación para aprender en otros ámbitos, como el estudio con materiales concretos como libros y cuadernos. Las habilidades cognitivas, como el análisis y la comprensión, también pueden verse afectadas por un uso excesivo de las pantallas.
Gómez enfatizó la importancia de encontrar un equilibrio. Mientras que la tecnología puede ser una herramienta valiosa en la educación y el entretenimiento de los niños, es crucial establecer límites y fomentar el juego, la creatividad y la interacción social fuera del mundo digital.
Por su parte, la Psicóloga Lidia Lengert agregó una perspectiva psicológica a la conversación. Enfatizó la importancia de la interacción humana en el desarrollo del lenguaje y el pensamiento en los niños, señalando que las experiencias con otros significativos son esenciales para la constitución del psiquismo y la comprensión del mundo externo. Además, adviertió sobre la pasividad generada por las pantallas, que inhibe la exploración, la creatividad y la adquisición de habilidades motrices.
El miedo al aburrimiento también se discutió en la conversación. Ambas expertas coinciden en que el aburrimiento es fundamental para el desarrollo de la creatividad en niños y adultos. Lengert destaca que la creatividad surge cuando uno tolera el aburrimiento y tiene la oportunidad de explorar nuevas formas de entretenimiento.
Pantallas y salud visual
El abuso de pantallas en niños puede también afectar gravemente su salud visual y su desarrollo. Por ello, la oftalmóloga Adriana Echeverría dio a conocer las consecuencias y medidas preventivas frente a este problema.
La oftalmóloga enfatizó que los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo visual normal de los niños. El ojo continúa creciendo y desarrollándose hasta los 8, 10 o incluso 12 años. Por lo tanto, es esencial que los niños reciban controles oftalmológicos regulares desde edades tempranas para asegurar un desarrollo visual saludable.
Uno de los temas cruciales que se discutió en la conversación fue el síndrome visual-informático. Este síndrome abarca una serie de síntomas que surgen debido al exceso de horas frente a las pantallas. Algunos de estos síntomas incluyen fatiga visual, visión borrosa y problemas de concentración. La oftalmóloga destacó que estos problemas pueden manifestarse incluso en niños pequeños, quienes pueden quejarse de dolor ocular, ojos rojos y dificultad para ver el pizarrón.
La luz azul, emitida por las pantallas electrónicas, también fue un tema de discusión. Aunque no hay evidencia científica sólida que demuestre que la luz azul cause daño directo en los ojos, se sabe que bloquea la liberación de melatonina, una hormona que regula el sueño. La exposición a la luz azul antes de acostarse puede alterar el ritmo circadiano y dificultar el sueño en los niños.
En cuanto a las medidas preventivas, la oftalmóloga recomendó que hasta los dos años de edad, los niños no deberían tener acceso a pantallas. Después de esa edad, se sugiere un uso controlado y limitado de dispositivos electrónicos. Una de las recomendaciones clave es que los niños pasen al menos una hora al día al aire libre, ya que la exposición a la luz solar estimula la liberación de dopamina, que puede prevenir la elongación del ojo y la miopía.
En el escenario actual, donde los niños están expuestos a pantallas desde edades tempranas, es crucial para los padres y educadores tomar medidas para controlar y establecer límites en el uso de dispositivos electrónicos. Según las expertas, es importante establecer límites y esperar hasta edades más avanzadas, alrededor de los nueve o diez años, para introducir el uso de celulares y pantallas, siempre con restricciones de tiempo. El diálogo abierto, la educación emocional y la promoción del juego al aire libre se convierten en herramientas esenciales para criar a niños equilibrados en la era digital.