La idea de una “Posadas linda de nuevo” no se materializó en uno de los barrios más poblados de la capital de Misiones, según denuncian vecinos. Pastizales inmensos, falta de barrido y alumbrado público, víboras y hasta reservorios de vectores de dengue, son una constante en la zona. Los niños deben jugar en la calle porque las plazas están abandonadas y son riesgosas. Los residentes apuntan al delegado barrial por hacer caso omiso a los pedidos de los vecinos.
El barrio de Itaembé Guazú, ubicado en el suroeste de Posadas, “es el lugar ideal” para la proliferación de mosquitos Aedes aegypti, los vectores del dengue, debido a la gran cantidad de obradores abandonados, con restos de materiales en los que se acumula agua y proliferan mosquitos, según confiaron vecinos de la zona, a Radio Up 95.5.
El slogan de campaña del intendente Leonardo Stelatto, la convocatoria a una “Posadas Linda de Nuevo”, “parece que se quedó sin nafta o las prioridades están circunscriptas al circuito del centro”, ironizó un residente de Itaembé Guazú, que mostró el estado en el que se encuentra el barrio: con pastizales enormes, falto de alumbrado público y de limpieza en las calles, con proliferación de víboras, arañas y otras alimañas, sin mencionar a los mosquitos, que se desarrollan en los obradores abandonados en la zona.
Vecinos del populoso barrio sostienen que “el pasto ha crecido alrededor de la comisaría y de la escuela de la zona, y en las plazoletas”. Aunque esto no sería un problema exclusivo de este barrio, sino que se repite en casi todos los barrios más alejados del llamado circuito 1 de Posadas.
“Hace unos días apareció una yarará por una vereda, hay insectos y otros animales”, reveló un residente, poniendo el énfasis en los problemas que acarrea el abandono por parte del municipio. “En estos lugares, además de estar el pasto alto también en algunos videos vemos que hay obradores, donde hay restos de obras de construcción, latas, vidrios, bolsas, donde se genera un reservorio de agua y ahí pululan los mosquitos Aedes aegypti”, añadió el vecino.
Para el joven residente, “Itaembé Guazú termina siendo una vivienda ideal, un barrio ideal, pero ya no para las personas sino para los mosquitos”.
De acuerdo con fuentes consultadas, a la fecha se presentaron numerosos pedidos de notas por parte de los vecinos, donde hay reclamos, sugerencias y solicitudes incluso de las instituciones del barrio, por esta situación. Sin embargo, el delegado municipal Martín Burgos, “evidentemente, debe estar muy ocupado con otras obligaciones como para que no pueda atender, mínimamente, una de las exigencias a la Municipalidad, que tiene que cumplir con el alumbrado, el barrido, la limpieza de los espacios públicos”, fustigó uno de los vecinos.
En ese marco caótico, los vecinos de Itaembé Guazú están preocupados porque sus hijos no pueden jugar más en los parques del barrio, que son riesgosos por el importante descuido de los mismos. Ante la imposibilidad de usar las plazas para la recreación, los niños del barrio optan por jugar en la calle, pese al riesgo de ser atropellados por un vehículo. “Han puesto reductores de velocidad por todos lados, pero no entendieron que el verdadero problema está en que juegan en la calle porque las plazoletas están con víboras, con arañas y con una enorme cantidad de dengue, además del pasto enormemente alto”, se quejó un morador de la zona.