Durante los últimos meses, analizar cualquier número o estadística en Argentina es preocupante. Esto último más allá de lanzar culpas sobre el hecho de cómo hemos llegado a tener más de 21 millones de compatriotas sumergidos bajo la línea de la pobreza.
Si tomamos como referencia las últimas tres presidencias, nos encontramos con estadísticas escalofriantes y con una problemática que hasta el momento ninguno de los mandatarios ha podido solucionarla – la pobreza estructural- y que la clase política argentina debería darse cuenta que es el verdadero enemigo a vencer. Tal vez lo han detectado ¿Pero existirá alguien capaz de resolver tamaño problema?
Cabe destacar que si nos remontamos a la gestión del kirchnerismo debemos recordar que desde el 2007 comenzó la manipulación de los datos estadísticos debido a la intervención que empezó durante el mandato de Néstor Kirchner- momento en el que decide realizar el cambio de las autoridades-, desde entonces inició el intento repetitivo para instalar que el gobierno nacional comenzada a logar la reducción de la pobreza.
Pasaron los años y promediando el 2013, el Instituto Nacional de Estadística y Censos había dejado de publicar los datos de la pobreza.
De esta manera, recién los nuevos datos oficiales del indec volvieron a ser publicados en 2016, bajo la Presidencia de Mauricio Macri (Cambiemos).
Por eso mismo, en la actualidad debemos recurrir a ciertas alternativas y estimaciones para graficar la cantidad de argentinos que estaban sumergidos en la pobreza por aquél entonces.
Cristina Fernández de Kirchner que asumió su primer mandato como presidente en diciembre de 2007, y según las cifras del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales, durante su mandato logró bajar este indicador del 37 por ciento al 28 por ciento, Sin embargo, en su segundo mandato Cristina aumentó la pobreza nuevamente hasta el 30%.
Mientras que Mauricio Macri dejó la presidencia, en diciembre de 2019, según un estudio realizado por la Universidad Católica Argentina revelaba que la pobreza afectaba al 39,9% de la ciudadanía, índice que representaba un poco más de 16 millones de personas.
El gobierno encabezado por Alberto Fernández y del cual Cristina kirchner fue vicepresidente hasta diciembre del 2023, dejaron el mandato incrementando la cantidad de personas pobres en el país. En la actualidad, según datos del INDEC, casi 21 millones de argentinos están sumergidos en la pobreza.
En argentina todos los meses – presidencia tras presidencia-, una mayor cantidad de personas pasan a engrosar la lista de ciudadanos que “caen” en la pobreza. El primer mes del 2024 marcó el inicio del mandato presidencial de Javier Milei- quien es considerado como el primer presidente Liberal libertario de la historia mundial- con una inflación del 20, 6 por ciento, según los datos del Indec. Claramente, estos números muestran que una mayor cantidad de compatriotas comenzaron a formar parte de aquella lista de los que “cayeron” en la pobreza.
A esta altura sería arriesgado e inclusive prematuro aseverar que la presidencia de Milei logrará reducir estos índices que sus antecesores no han conseguido revertirlos, a pesar de haber prometido una reducción y un cambio profundo- los números no mienten- , por eso mismo, la situación y el conetexto es indicativo que al presidente de los argentinos le costará revertir la ecuación a su favor y torcerle el brazo al destino que hasta el momento nos enrostra un presente oscuro, sombrío con una sociedad desprotegida y con salarios magros marcados por la pérdida del poder adquisitivo, jubilaciones miserables y una casta sindical/gremial que ahora sí parecen estar decididos a darle batalla a este gobierno libertario, y a reclamarle todos los derechos que no exigieron que cumpliera el gobierno krichnerista saliente.
En fin, ni si quiera han tenido el valor de enfrentarlo para reclamar por el deterioro, atraso salarial que han sufrido los trabajadores-afiliados a los que dicen representar.