Así lo afirmó Arnulfo Duarte, vicepresidente de la Asociación Misionera de Circuito Cerrado de TV y Cable, en diálogo con Radio Up 95.5, en relación a la actualidad del sector en la provincia influenciado por el contexto económico adverso.
Este 1 de mayo se cumple un nuevo aniversario de la irrupción de la televisión a color en todo el territorio argentino, luego de que en 1980 la icónica presentadora Pinky diera paso a la novedad durante la madrugada.
Hoy, 44 años después, la televisión sufrió evoluciones inimaginables, pero se mantiene vigente, a pesar de todo. En este sentido, Arnulfo Duarte, vicepresidente de la Asociación Misionera de Circuito Cerrado de TV y Cable, dialogó con Radio Up 95.5 y brindó detalles de la actualidad del sector a nivel nacional y provincial.
“Nosotros no escapamos a las generales de la ley. El sector no es un compartimento estanco, sino que como todos los sectores de la economía están íntimamente relacionados y estamos siempre dependiendo de la estabilidad económica del país”, comentó.
Duarte explicó que “es una actividad es que tiene sus costos en dólares y cobra en pesos, lo cual lo hace altamente dependiente de la variable más importante de la economía, que es el tipo de cambio”.
“Somos una actividad de capital intensivo, necesitamos estar invirtiendo todo el tiempo porque la tecnología se renueva a una velocidad espantosa. En muy poco tiempo pasamos de recibir señales por aire y en blanco y negro a la televisión en color y a este sistema de distribución de señales por vínculo físico que es la televisión cortable”, destacó.
Además, Duarte indicó que “todo esto demanda una inversión astronómica y la verdad que no lo tenemos fácil porque sobre todo las empresas chicas tienen poca espalda, no hay políticas de Estado o créditos blandos”.
Según señaló, actualmente los cables de emisiones están presentes en aproximadamente 20.000 hogares.
En cuanto al abono y su valor para el usuario, Duarte reveló que, “al depender tanto del dólar, la devaluación violenta que se produjo en diciembre nos golpeó”. Según reveló, a día de hoy, el valor se ubica en torno a los $13.500.
Por otra parte, aseguró que las conexiones clandestinas “sin dudas que afectan, sobre todo cuando las empresas o los cables son chicos, o son de pueblos chicos”.
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“Afecta mucho porque la cantidad de abonados es importante, pero a los cables chicos les afecta mucho más. En una ciudad grande, como Posadas u Oberá, tiene su incidencia, pero no es tan alta”, comentó.
Duarte resaltó además que “depende directamente según la cantidad de abonados y es un combate permanente que libramos ahora con la aparición de la fibra óptica, para poder prestar servicio de internet”.
“Ese problema se redujo un poco porque la fibra no se puede interferir”, añadió.
Respecto al impacto impositivo en la provincia, Duarte señaló que “además de todos los impuestos nacionales que pagamos, en la provincia pagamos ingresos brutos que hoy están en el orden del 3,5%, un porcentaje importante”.
“Intentamos adaptarnos porque el que termina pagando esos efectos económicos es el abonado. Lamentablemente no hay forma de no trasladar al precio ese tipo de impuestos”, agregó.
Por último, se refirió al futuro inmediato del sector y adelantó que “la inflación ahora tiene tendencia a la baja, pero también lo tiene el poder adquisitivo de la gente, algo que hizo que se disminuyeran las ventas en todos los rubros y el cable no escapa de esa situación”.
“Hoy por hoy tener cable y tener internet es carísimo porque servicio está abarcando alrededor del 10% de un sueldo mínimo”, indicó.
“Hay un porcentaje bajo por ahora que se desconecta por este motivo, pero si esto continúa, la perspectiva no es muy alentadora”, completó.