La cantante aseguró que se arrepiente de haber tardado tanto en pisar el suelo argentino y que no volverá a cometer ese error, dando a entender que regresará en su próxima gira.
Después de dos noches increíbles a puro show, gritos y emoción, Taylor Swift se preparaba para cerrar su trilogía en Argentina. En las fanáticas se notaba esa mirada de ilusión, con las muñecas repletas de brazaletes de la amistad, y las manos decoradas con el número 13, las swifties estaban listas para ver a su ídola por última vez y despedirla con la emoción a flor de piel.
Con ese ambiente, la artista salió a escena con un body que parecía hecho para la ocasión. Mientras cantaba “Miss Americana & the Heartbreak Prince”, en su cuerpo brillaban piedras celestes, blancas y amarillas, como si de formar la bandera argentina se tratase.
Cómo cada noche de estos tres shows, la jornada empezó por la era Lover. Así, después de unas canciones, la estadounidense se tomó unos segundos para apreciar la escena y escuchar la ovación de la gente. “Olé, olé, olé, Taylor, Taylor”, exclamaba el público. El día anterior, Swift había explicado cuánto amaba el típico canto argentino.
“Buenos Aires, ustedes realmente me hacen sentir increíble”, dijo mientras agitaba su mano izquierda, cómo buscando aire ante el clamor del público.
La noche continuó con un nivel superlativo, digno de un show de primer nivel mundial como acostumbra la cantante. Las siguientes etapas de la noche fueron Fearless y Evermore, para esta última, la artista comienza en el piano.
Desde ese lugar, la artista recibió una nueva ovación de la gente. Fue ahí cuando decidió sacarse los audífonos para escuchar con sus propios oídos el sonido que hacían las más de 70.000 almas. “No puedo creer que tarde tanto en venir a Argentina. Nunca voy a volver a cometer ese mismo error. Ustedes son realmente los mejores, estoy muy feliz de dar un show para ustedes, para una multitud como ustedes”, dijo la autora de ‘Cruel Summer’.
La noche siguió por el lado más oscuro de la cantante, Reputation. Esta etapa, representada con un outfit negro con serpientes rojas, es la antítesis de lo que había sido la carrera de Taylor Swift hasta el 2017. Continuó con Speak Now, la etapa de la transición de la adolescencia a la adultez, en la que se ve un lado más duro del amor.
También estuvieron representadas las eras de Red –su último disco en el country–, Folklore y 1989 –la cual marcó el establecimiento de Taylor Swift como superestrella pop–.
Y si bien esta noche la cantante no estaba acompañada por su novio, quien el domingo por la mañana partió rumbo a Estados Unidos para cumplir sus obligaciones deportivas, sí contó con su padre y su amiga, Sabrina Carpenter. Esta última vio este show luciendo la camiseta argentina, e incluso durante el show aceptó numerosos brazaletes de la amistad por parte de los fanáticos.
El cierre de la noche fue con Midnights, una de las etapas que contó con más canciones en el setlist, y que estuvo representada con tonos azul oscuros, que hacen referencia al color del cielo durante la medianoche y la melancolía que despierta en la artista.
Para el momento más íntimo de la noche, el del set acústico, la cantante se dirigió a la punta de la lengua del escenario. Allí, con la guitarra y el piano listos, interpretó las canciones sorpresa de la noche: “Better than Revenge” y “Slut!”.
‘Karma’ fue la canción elegida para despedir esta última presentación. Con un show de luces, fuegos artificiales y una lluvia de papeles de colores, Taylor Swift agradeció a los argentinos. Las más de 70.000 almas aplaudían, gritaban y ovacionaban a la cantante, con la esperanza de que un día, en un futuro cercano, la estadounidense regrese al país y los ojos de las swifties brillen nuevamente al ver a su ídola en suelo argentino.
(Fuente: Infobae)